La libertad política y el respeto a los derechos humanos son pilares fundamentales en cualquier sociedad democrática. Sin embargo, algunos países de América Latina enfrentan serios desafíos en estos aspectos. Un reciente informe revela cuáles son las naciones con los peores indicadores y destaca un caso excepcional en la región.
Un análisis global sobre la democracia y las libertades civiles
El informe más reciente de Freedom House, una organización no gubernamental con sede en Washington D. C., ha evaluado el estado de la democracia, las libertades políticas y los derechos humanos en 208 países y territorios del mundo. Según el Índice de Libertad Global 2024, Finlandia lidera la lista con un puntaje perfecto de 100 sobre 100, seguida de cerca por Suecia y Noruega, ambas con 99 puntos.
En el continente americano, Uruguay se consolidó como la nación con mayor libertad, alcanzando 96 puntos, superada solo por Canadá, que obtuvo 97. En contraste, varias naciones latinoamericanas figuran entre las de menor puntaje, evidenciando restricciones democráticas y limitaciones a los derechos civiles.
Criterios de evaluación del Índice de Libertad Global
Freedom House elabora su ranking a partir de una metodología basada en puntuaciones numéricas y evaluaciones descriptivas. Para ello, se fundamenta en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y otros criterios internacionales.
«Libertad en el mundo parte del principio de que estos estándares deben aplicarse a todas las naciones y territorios, sin importar su ubicación geográfica, composición étnica o nivel de desarrollo económico. La libertad de todas las personas se garantiza mejor en sociedades democráticas y liberales», explica la organización en su informe.
Los países de América Latina con menor libertad
El Índice de Libertad Global 2024 señala a Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití como las naciones con mayores restricciones democráticas en la región. Estos países presentan graves limitaciones en el respeto a los derechos políticos y las libertades civiles.
Cuba obtuvo apenas 1 punto sobre 40 en la categoría de derechos políticos y 9 sobre 60 en libertades civiles, sumando un total de 10 sobre 100. Esta cifra representa un retroceso en comparación con el año anterior, evidenciando un endurecimiento de las restricciones en la isla gobernada por Miguel Díaz-Canel.
Venezuela, con un puntaje total de 13 sobre 100, se posicionó como el segundo país de América Latina con menor libertad. En la categoría de derechos políticos, obtuvo 0 puntos sobre 40, lo que refleja la crisis política y la falta de transparencia en sus procesos electorales. Esta calificación también representa un descenso respecto a 2023, cuando había registrado 15 puntos.
Nicaragua, con una población de casi siete millones de habitantes, finalizó el año con solo 2 puntos sobre 40 en derechos políticos y 12 de 60 en libertades civiles, sumando un total de 14 sobre 100. Este puntaje confirma el deterioro del sistema democrático bajo el gobierno de Daniel Ortega, que ha reprimido a la oposición y restringido la prensa independiente.
Haití, por su parte, obtuvo 24 puntos sobre 100, marcando una caída de seis puntos en comparación con el año anterior. La crisis política, la falta de un presidente electo tras el magnicidio de Jovenel Moïse y la inestabilidad económica contribuyeron a esta situación. Actualmente, el país es gobernado por el Consejo Presidencial de Transición (CPT), un órgano colegiado que ejerce el poder de manera provisional.
El caso excepcional en la región
A pesar del panorama desalentador en algunos países, Uruguay se mantiene como un referente de estabilidad democrática en América Latina. Con 96 puntos sobre 100, el país sudamericano destaca por su respeto a los derechos políticos y civiles, así como por la solidez de sus instituciones democráticas. Su desempeño solo es superado por Canadá en el continente.
Conclusión
El Índice de Libertad Global 2024 de Freedom House refleja una realidad preocupante para varias naciones de América Latina, donde la democracia y los derechos humanos enfrentan serios desafíos. Mientras países como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití continúan perdiendo libertades, otros como Uruguay se consolidan como modelos de estabilidad y respeto a los derechos fundamentales. El informe subraya la importancia de defender los valores democráticos y fortalecer las instituciones para garantizar sociedades más justas y libres.
