Gustavo Lopez Armentia trabaja y expone su obra en una casa baja con patios grandes del barrio de Flores que fue declarada sitio de interés cultural por la Legislatura porteña. Allí vivieron los padres de Juan Domingo Perón, al igual que él por un tiempo junto a su primera esposa Aurelia Tizón. Hoy, además de taller, la casa fue convertida por el artista en un museo privado pero accesible para todo aquel que quiera visitarlo, abrazando la firme idea de que el arte debe estar al alcance de la gente de una manera libre y democrática. Sin embargo, cuando Lopez Armentia la compró junto a su pareja, no conocía su pasado y la relevancia que el inmueble podría tener para muchas personas.
Este desenlace pareciera ser una jugada astuta del destino, ya que la producción de este artista tiene una infinita cantidad de vínculos con el pasado de nuestro país. Como si la casa hubiera podido intuir que de esta manera estaría en buenas manos.
Los Patriotas es la última muestra individual de López Armentía en el Pabellón de las Artes de la UCA curada por Eduardo Stupia y tiene como eje central diseñar una mirada crítica sobre los mitos nacionales, catapultada entre una gran cantidad de pinturas y esculturas que realizó en su taller, que como explican desde la institución está “cargada de herramientas, historia y oficio” y que impregna cada pieza de una energía particular.
La historia dice presente
En ellas, personajes y escenas de la historia de nuestro país dicen presente. Como ávido estudiante, Lopez Armentia le da lugar a los sucesos que definieron el destino de Argentina frente al deseo de independencia.

¿Cuál es la historia que nos contaron? ¿Quiénes están dentro y quieren fueron ignorados? ¿Quiénes conformaron la escena política y revolucionaria por entonces? ¿Cuál es el verdadero relato y cómo cambia con el paso de los años? Esas son algunas de las preguntas que susurran los trabajos, donde aparece un retrato de Manuel Belgrano de espaldas, que salvando las diferencias comparte un aire a «El caminante sobre el mar de nubes» de Caspar David Friedrich y una escena ecuestre en San Martín sobre su caballo blanco, más sombrío e indefinido que las imágenes habituales.
Se hace presente también una figura cautivante de María Remedios del Valle -una presencia fundamental que pasó demasiados años sin ser debidamente reconocida y que permite que se construya una mirada más abierta de los sucesos- vestida con su uniforme y sentada detrás de un fondo rasgado y casi abstracto.
Todos ellos, al igual que las múltiples escenas de batallas, no buscan repetir o imitar sino resignificar, por medio de una estética muy propia con destellos de Art brut, como un signo de rebeldía y honestidad que se expresa desde los márgenes sin la necesidad del que dirán.
Entre líneas sueltas y aparentemente torpes, paletas de colores bajos y superficies recargadas, se construyen estas obras que no enaltecen al héroe ni apelan a la exageración por la perfección sino que habilitan la búsqueda del estilo propio, lejos de lo que estamos habituados a ver y estudiar desde la escuela primaria, sin la necesidad de ilustrar o continuar defendiendo lo establecidos sino abrir el juego a miradas más fluidas, ya que incluso es complejo distinguir cada una de las escenas y los momentos históricos que Lopez Armentia elige.
Identidad nacional
Se suman algunos símbolos más genéricos de lo que se supone representa la identidad nacional sin importar el paso del tiempo, como por ejemplo la figura del caballo o la vaca. “La serie Los Patriotas ofrece una relectura de escenas, personajes y símbolos de la historia argentina. Desde una mirada crítica y profundamente expresiva, López Armentía conjuga lo político y lo visual para invitar a repensar los relatos fundacionales del país” explica Cecila Cavanagh, directora del Pabellón.
Lopez Armentia nació en Buenos Aires en 1949 y se considera a sí mismo un pintor y escultor autodidacta aunque en sus inicios comenzó estudiando arquitectura. Su primera exposición fue en la emblemática galería Lirolay, casi en el ocaso de sus dos décadas de constante impulso por una nueva generación de artistas jóvenes.

Desde entonces nunca dejó de trabajar y sus obras se han visto en ciudades como Nueva York, Quito y La Habana entre otras. En el año 1997 presentó una escultura de un gran plato en La bienal de Venecia y también formó parte de la Bienal del Mercosur, Porto Alegre. Hoy, desde su taller, continúa abriendo las puertas del arte y la cultura nacional.
Los Patriotas, de Gustavo Lopez Armentia puede verse en el Pabellón de las Artes de la Pontificia Universidad Católica Argentina (Alicia Moreau de Justo 1300) hasta el 3 de agosto de martes a domingos de 11 a 19, con entrada libre y gratuita.