Cuando se construyó, hace un siglo, la primera línea del metro de Barcelona, entre Catalunya y Lesseps, un elemento al que se prestó gran atención fue la decoración de las estaciones. Para ello, se contrató a la empresa La Azulejera Valenciana para suministrar las miles de piezas de cerámica empleadas.
Se adquirieron dos tipos de azulejos: los blancos rectangulares para recubrir paredes y bóvedas y otros policromados con los que se adornaron los arcos de los túneles. Hoy, la estación de Fontana —y en parte la de Lesseps—, es la que mejor conserva estos elementos.

Detalle de los azulejos que han sobrevivido al paso del tiempo
Xavi Casinos
Hace unos años, unas obras de mejora en Fontana sacaron a la luz el arco de una de las entradas a los túneles. Se trata de un diseño renacentista en el que dominan los colores amarillo y azul cobalto.
En lo alto del arco, queda dibujado el antiguo logotipo del Gran Metro, la primera línea en ponerse en servicio, el 30 de diciembre de 1924. Esta línea fue el embrión de lo que más tarde sería la línea 3 o verde, mientras que, a partir de un ramal hacia Urquinaona, se desarrolló la actual línea 4 o amarilla.
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El arco puede admirarse hoy recuperado en Fontana, tan solo con el inconveniente de algunos elementos técnicos que se interponen a una vista integral. Solo se ha conservado el arco de uno de los túneles. El otro desapareció durante un alargamiento de los andenes. En la estación de Lesseps, pueden apreciarse solo algunos restos de uno de los arcos. En cambio, en ambas estaciones se puede contamplar la monumentalidad de las bóvedas recubiertas por los azulejos blancos. Se escogió este color para potenciar la luminosidad de las estaciones.

El logotipo de la compañía del Gran Metro de Barcelona en la estación de Fontana
Xavi Casinos
La línea del Gran Metro se inauguró entre Catalunya y Lesseps. En el momento de iniciar el servicio, no entró en funcionamiento la estación de Fontana, que lo hizo unos meses después. También se prolongó hasta Liceu.
El 10 de junio de 1926, se puso en marcha una segunda línea, la del transversal, entre Catalunya y Bordeta. Fue el embrión de la actual línea 1 o roja. En su inicio, ambas líneas eran privadas. No fue hasta décadas después que la red del metro se municipalizó y pasó a ser pública.

En el diseño de los azulejos de inspiración renacentista destacan los colores amarillo y azul cobalto
Xavi Casinos
Contemplar los restos originales de Fontana es un viaje en el tiempo ahora que se está aún conmemorando el centenario de la puesta en marcha del metro barcelonés.