La revalorización automática de las pensiones con la inflación para evitar cualquier pérdida de poder adquisitivo, tal como se está aplicando en los últimos cuatro años, tiene un precio. A más gastos, se requieren lógicamente más ingresos y el Gobierno español tuvo que diseñar nuevas fuentes de financiación para, a largo plazo, garantizar la sostenibilidad del sistema, y a muy corto plazo, conseguir el aval de Bruselas a la reforma.
]]> Es la “cuota de solidaridad” que se empieza a aplicar este año y que se añade al Mecanismo de Equidad Intergeneracional