Los tricolores ganaban por 21 puntos al cierre del tercer cuarto, pero un parcial de 22-2 del Aguatero le puso picante a la quinta final. Habrá por lo menos una sexta, el viernes en el Antel Arena.

Foto: Estefanía Leal
Solo quedaban 21 segundos en el reloj y Nacional ganaba por cuatro puntos, pero tenía un libre por tirar en las manos de Mateo Sarni, que había fallado el primero.
Plena crisis tricolor porque pasó de ganar por 21 puntos a 12 minutos del final, a sufrir una arremetida de Aguada que primero se puso a uno y en ese momento a dos posesiones de empatar, cosa que no pudo hacer en todo el partido, Sarni volvió a fallar, pero el rebote fue a parar a las manos del capitán Patricio Prieto, que se las ingenió para primerear a Jamil Wilson (de varios centímetros por encima suyo) y automáticamente recibió la falta, que festejó golpeandose el pecho, como por fin pudiendo saborear un triunfo sufrido por demás.
El equipo de Germán Cortizas otra vez pagó caro un arranque flojo, donde le hicieron puntos fáciles y tuvo que remar de atrás desde el primer minuto de juego: sufrió un parcial de 7-0 de movida y se fue al primer descanso 12 puntos por detrás. Gastón Semiglia comenzó picante el partido con 11 puntos en ese primer cuarto, aunque después se fue apagando y terminó con 19 unidades en total. Mientras que del lado rojiverde el que más destacaba era Jamil Wilson, que encontró los espacios que la defensa tricolor no le dio a Donald Sims.
El partido se emparejó en el segundo cuarto y Aguada se puso a tiro, cuando aparecieron los primeros triples de Sims y de Santiso, para irse siete puntos abajo al descanso largo.

Foto: Estefanía Leal.
Pero salió dormido al tercer cuarto y Nacional pisó el acelerador: aparecieron los puntos del panameño Oglivie, Frank Hassell llegó a cuatro faltas personales y Cortizas perdió centímetros en el campo, al tiempo que Ponce respondió poniendo a Maozinha para sacar provecho del poderío físico. El brasileño, muy cuestionado por la poca influencia en los juegos dos, tres y cuatro, ayer no estuvo tan peleado con el aro de enfrente y aportó en total nueve puntos y tres rebotes. Pero jugó solo 15 minutos y no fue determinante.
En un cuarto que parecía fatídico para Aguada, desconcertado en la cancha, comenzó la remontada. Cuando Nacional sacó la máxima de 21, con 1:54 para el último descanso, el rojiverde metió un parcial de 10-0. Y en el inicio del último cuarto otro parcial de 12-2, que lo dejaron a únicamente un punto. Los jugadores del tricolor parecían frustrados, sin entender cómo otra vez Aguada había podido remontar semejante ventaja, con los fantasmas de la cuarta final dando vueltas.

Foto: Estefanía Leal.
Fue ahí cuando apareció el héroe de la noche: Gianfranco Espíndola. Jugando al límite con cuatro faltas personales, se puso el equipo al hombro y metió dos triplazos consecutivos ante la marca de Wilson, seguidos de una bandeja y otro triple más, que definitivamente salvaron la noche tricolor y le dio una vida más. El número 51 metió 11 puntos en el último cuarto y 17 en total, más siete rebotes y la misma cantidad de asistencias. Fue, por el momento culmine en el que apareció, la enorme figura que tuvo Nacional.
El próximo viernes a las 21:15 horas será la sexta final de la serie, que supone el segundo match point para Aguada y una vida más para Nacional, que debe volver a ganar para exigir un partido más: el último, que se jugaría el domingo.
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