Más de 22 mil personas se inscribieron para vivir la experiencia durante el fin de semana largo. El proyecto busca posicionar al monumento como un nuevo atractivo turístico de nivel internacional.
Por primera vez en la historia, los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires pueden acceder al interior del Obelisco y disfrutar de una vista panorámica desde su mirador a 67 metros de altura. La experiencia, que comenzó este fin de semana largo, generó una altísima expectativa: más de 22.000 personas se inscribieron a través de las redes sociales de @baparticipacionciudadana para ser parte de las visitas inaugurales.
Las primeras convocatorias se realizaron vía redes sociales, y posteriormente se contactó a quienes se inscribieron para confirmar su participación. Las visitas fueron organizadas en conjunto por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, el Ente de Turismo y la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano.
El Jefe de Gobierno, Jorge Macri, destacó la importancia del proyecto: “Este gran proyecto de ingeniería revaloriza uno de los símbolos porteños. El mirador panorámico es un nuevo atractivo turístico que cambiará la manera de ver nuestra Ciudad y su patrimonio, como en las grandes metrópolis del mundo”.
El Obelisco, diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch, fue inaugurado en 1936 para conmemorar los 400 años de la primera fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza. Este ícono porteño, que cumple 89 años, es Monumento Histórico Nacional y por eso se conservará íntegramente su estructura exterior. En sus inicios, el revestimiento era de lajas de piedra blanca calcárea de Córdoba, aunque en 1939 fueron reemplazadas por revoque luego de que algunas se desprendieran.
El ingreso al mirador se realiza desde la Plaza de la República. Tras subir ocho escalones, los visitantes acceden a un ascensor interno recientemente instalado. El viaje en ascensor dura alrededor de un minuto. Una vez en la parte superior, se deben subir 35 escalones más para llegar al mirador, donde cuatro ventanas permiten apreciar una de las mejores vistas de Buenos Aires.
El proyecto de incorporar un ascensor no es nuevo: ya estaba previsto por el propio Prebisch. En una carta fechada el 4 de mayo de 1936, el entonces intendente De Vedia y Mitre le informó al doctor Ramón S. Castillo, quien estaba a cargo interinamente del Ministerio del Interior de la Nación, que “existe el propósito de dotarlo de un ascensor interno que permita el acceso del pueblo a la cúspide del monumento”.
La obra del ascensor concluyó recientemente, y actualmente se trabaja en la pintura exterior del monumento. Con esta nueva propuesta, el Obelisco busca consolidarse como una atracción turística al nivel de otras grandes capitales del mundo.