«Lo único que tuve que hacer es correr y dársela al Diente, que sabés que en el área no perdona. Hizo lo que sabe: un golazo”, relató el jugador de Nacional en zona mixta.

Foto: Bahía.
Nacional dio un paso gigante en la Copa Libertadores al vencer 3-1 a Bahía como visitante este miércoles, y el nombre de Lucas Villalba resonó con fuerza en Salvador. El puntero derecho tricolor fue la chispa del equipo, aportando dos asistencias decisivas para los goles de Nicolás López y Julián Millán, que aseguraron un triunfo clave para mantener vivas las chances de clasificación del Bolso.
Villalba, con su desborde y velocidad, desarmó a la defensa brasileña. En la primera asistencia, corrió y corrió y le sirvió un pase milimétrico para el 2-1 a Nicolás López, luego de aprovechar una habilitación de Christian Oliva: “En esa corrida es Christian que me da el pase y lo único que tuve que hacer es correr y dársela al Diente, que sabés que en el área no perdona. Hizo lo que sabe: un golazo”, relató en zona mixta.
Más tarde, conectó con Millán para consolidar la victoria, en una noche que él mismo calificó como el mejor partido de su carrera: “Creo que sí, por lo que es en lo emocional. Logramos algo que, si bien era difícil, nosotros creíamos que podía pasar. Estamos muy felices, pero a seguir pensando en lo que viene ahora”.
La velocidad de Villalba, que, según informó Ovación, alcanzó un pico de 37,1 km/h en su etapa de Torque, fue un arma letal ante Bahía. Sin embargo, respondió con cautela cuando le consultaron por ese atributo: “Trato de aprovechar mi ventaja, que creo que es la velocidad. No pienso tanto en eso (lo que se dice), sino en lo que logramos como equipo y como grupo. Ahora, a disfrutar con mis compañeros y con la familia”.
Pese a que esta semana se habló sobre su precio, dijo que intenta mantenerse al margen: “Trato de aislarme, de que mi familia o mis amigos no me cuenten nada, que no me manden mensajes. Yo no soy siete palos ni nada; antes que nada soy una persona. Que de lo demás se encarguen otros. Yo trato de demostrar en la cancha”.
El momento del gol de López no estuvo exento de nervios para Villalba: “Una vez que entró, (sentí) emoción, pero antes de que definiera estuve ansioso. Esos segundos que se tomó el Diente fueron eternos. Fue una emoción increíble”. Sobre el goleador tricolor, no escatimó elogios: “Es un animal. No lo voy a describir, por algo es quien es y hoy se demostró”.
Con la mirada en el futuro, fue consultado por las posibilidades de que Nacional se clasifique: “No puedo asegurar nada, pero tenemos tremenda fe en el grupo. Una confianza inmensa en nosotros y vamos a tratar de hacer todo para lograrlo”. La victoria, según él, era una obligación: “Era lo que teníamos que hacer. Necesitábamos esta victoria para seguir vivos. No está muerto quien pelea. Vamos a dar todo para poder clasificar”.
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