
En opinión del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, los proyectos educativos conjuntos que involucren a todos los países latinoamericanos garantizarían una mayor independencia para la región y evitarían que los presidentes de otros países lo hostigaran.
Lula hizo estas declaraciones durante un evento con estudiantes de la Red Nacional de Cursos Preparatorios Populares (COPO) en São Bernardo do Campo, en el estado de São Paulo.
Ningún país del mundo se ha desarrollado sin invertir primero en educación, insistió Lula. Este es un desafío que afecta a varios otros países, añadió. Señaló que, por esta razón, el gobierno brasileño estaba desarrollando diversas alianzas con países africanos, países de habla portuguesa y países latinoamericanos.
También creamos la Universidad Latinoamericana en Foz de Iguazú. Queremos formar una doctrina latinoamericana, con profesores y estudiantes latinoamericanos, para soñar que nuestro continente algún día será independiente, y que ningún presidente de otro país se atreverá jamás a hablar con dureza a nuestro país, porque no lo aceptaremos, subrayó.
El discurso de Lula se produce en medio de acciones anunciadas por Estados Unidos contra Venezuela, con la justificación de combatir el narcotráfico. Según la prensa estadounidense, Washington ya ha lanzado seis ataques a buques, matando a decenas de personas.
El miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó que había autorizado a la CIA a realizar operaciones encubiertas en Venezuela.
En respuesta, el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro declaró que Estados Unidos estaba trabajando para un cambio de régimen y prometió denunciar estas acciones ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU).
Durante una sesión plenaria nacional esta semana, la Central Unitaria de Trabajadores de Brasil (CUT) aprobó una moción que condena la postura de Estados Unidos y la considera una amenaza para la paz en toda América Latina. El viernes, organizaciones sociales y ciudadanos de Trinidad y Tobago se manifestaron frente a la Embajada de Estados Unidos contra el asesinato de dos pescadores trinitarios a manos de buques militares estadounidenses, incidente descrito como un acto de agresión no provocada.
Según Telesur, la tragedia, ocurrida bajo el pretexto de una operación antidrogas, desató un debate sobre el apoyo del gobierno trinitario a la escalada militar de Washington en el Caribe. (Fuente: Agencia Brasil)