El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó a Cristina Fernández de Kirchner en su departamento del barrio porteño de Constitución, en un gesto político que se interpretó como una fuerte señal de respaldo ante la creciente persecución judicial y política que denuncia la expresidenta argentina. La reunión, realizada en el marco de la cumbre del Mercosur, marcó un claro posicionamiento del líder brasileño frente a las políticas del gobierno de Javier Milei, con quien mantuvo un encuentro protocolar frío y distante.
Lula debió tramitar una autorización judicial especial para concretar la visita, en atención al arresto domiciliario que pesa sobre la exmandataria. El presidente brasileño había recibido advertencias desde su propio entorno sobre los riesgos diplomáticos del encuentro, pero finalmente prevaleció su voluntad política. Según fuentes cercanas a la organización, el gesto fue considerado estratégico para denunciar la persecución política y mostrar unidad regional frente al avance de gobiernos que, bajo el rótulo de libertarios, impulsan agendas regresivas en materia de derechos.
La reunión con Cristina se extendió por una hora y se desarrolló en privado. Tras el encuentro, la exmandataria utilizó sus redes sociales para expresar su gratitud: “La Argentina vive una auténtica deriva autoritaria de la mano del gobierno de Milei; en lo que podemos identificar como terrorismo de Estado de baja intensidad”, escribió. También denunció que la democracia está siendo vaciada “desde adentro” por un gobierno que solo favorece a los sectores concentrados.
Lula, por su parte, también publicó un mensaje en redes donde destacó el “apoyo popular” que CFK continúa recibiendo y afirmó que su visita fue más que un gesto personal, una expresión de solidaridad frente a las injusticias que ambos líderes han enfrentado. Lula estuvo preso más de 500 días en Brasil tras ser víctima de una estrategia de judicialización política, el llamado lawfare, y regresó al poder con el apoyo masivo del electorado brasileño.
El operativo de seguridad y la expectativa del público también fueron protagonistas. Numerosos militantes del peronismo y del Partido de los Trabajadores se acercaron a la zona para mostrar su respaldo. Aunque muchos esperaban ver a Lula y CFK en el balcón, ese gesto no se concretó para no violar las restricciones judiciales impuestas sobre la expresidenta.
La visita se enmarca en una serie de acciones coordinadas para visibilizar la situación judicial de Cristina Fernández, tanto a nivel local como internacional. Ya se están formando comités de apoyo en distintos países y se prevé que una delegación participe en agosto de la Conferencia Regional de la Mujer, organizada por la CEPAL y ONU Mujeres en México.
Lula se retiró de la residencia de la expresidenta rumbo a Río de Janeiro, donde participó de la cumbre de los BRICS. Desde su entorno, señalaron que este tipo de gestos buscan reconstruir un bloque regional con identidad política, en contraposición con las políticas de apertura sin reglas y desprecio por el Mercosur que caracterizaron la gestión de Milei.
