Después de semanas de especulaciones, Luli Fernández decidió contar su verdad sobre la separación de Cristian Cúneo Libarona, con quien compartió 14 años de relación y tiene un hijo en común, Indalecio. La modelo eligió el programa Intrusos (América TV) para hablar por primera vez en televisión sobre el final de su matrimonio, dejando en claro que la decisión fue tomada desde el respeto y la madurez.

“Estoy muy bien, trabajo un montón y estoy siempre enfocada en mi trabajo y mi hijo. Esa es mi vida”, comenzó diciendo, con un tono sereno. Luli explicó que la ruptura no fue reciente: “Nos separamos hace unos meses y nos pareció prudente pasar todo el proceso que sentíamos que necesitábamos como familia para después comunicarlo mediáticamente”. Según detalló, ambos quisieron atravesar el duelo en privado antes de hacerlo público.
Consultada sobre los motivos, Fernández fue clara: “Empecé a estar con Cris a los 24 años, era súper chica y pasaron un montón de cosas. Él tiene hijos de matrimonios anteriores y nos tocaron vivir situaciones muy dolorosas, pérdidas y reacomodamientos familiares. A veces te das cuenta de que hay algo que se pierde, se apaga o se disuelve y fue bueno darse cuenta a tiempo para dar un paso al costado”.
La modelo también desmintió las versiones que hablaban de terceros en discordia: “No vi nada sobre las especulaciones de infidelidades, no vi nada de eso. Se especuló con poco sustento porque no hay nada de eso. Cuando no hay información se habla con mucha liviandad, pero hay que tener un poco de responsabilidad”, advirtió, haciendo hincapié en el impacto que los rumores pueden tener sobre su hijo: “Para el que lo dice puede dar lo mismo, pero a nosotros no. Tenemos un hijo chiquito”.
Una separación sin escándalos
A diferencia de otras rupturas mediáticas, Luli remarcó que no hubo conflictos ni resentimientos: “Realmente nos adoramos, que no seas más pareja no significa que te pases a odiar. Yo voy a seguir hablando de él de la misma manera”. En ese sentido, insistió en que la separación fue una decisión adulta, basada en la comprensión mutua y en priorizar el bienestar de su hijo.

Por ahora, la modelo asegura que no está pensando en volver a enamorarse: “Mi prioridad hoy es mi rol como madre. Mi hijo lleva bien todo esto, porque cuando los papás están bien, los nenes están bien”, concluyó, dejando en claro que su foco está puesto en la familia y en su carrera profesional.
Con estas palabras, Luli Fernández cerró un capítulo importante de su vida y abrió otro, marcado por la independencia y la fortaleza personal, demostrando que el amor puede transformarse sin perder el respeto ni el cariño.





