Estela Ramos y su hija Nory, de 17 años, fueron a su cita de inmigración en Los Ángeles como lo habían hecho otras veces. Sin embargo, en lugar de regresar a su casa en esa ciudad, fueron deportadas a Guatemala, su país de origen.
“Yo y mi mamá estamos de miedo aquí, y estamos en peligro”, dijo Nory por vía telefónica a Telemundo 52. “Me siento bien triste, porque esto es como algo que [pasó] tan rápido que cambió mi vida”.
La joven acababa de terminar el onceavo grado en la Preparatoria Miguel Contreras, donde también es atleta.
Una semana caótica la que se ha vivido en Los Ángeles dues de que varias familias resultarán arrestadas por ICE en sus citas regulares de inmigración.
Pero ahora su vida y la de su madre han dado un giro inesperado.
Durante una cita a la que asistieron ambas a finales de junio, les dijeron que su caso estaba cerrado. Fueron llevadas a Texas y después deportadas a Guatemala, un país del que escaparon hace 10 años.
Estela Ramos cuenta que alguien la intentó matar y que por eso dejó su país con su hija y llegó a Los Ángeles, donde pidió asilo.
“Tal vez me va a matar. Por eso me quiero ir. [Pido] ayuda, por favor”, dice Estela Ramos.
Su familia en Los Ángeles está devastada.
“Ella es una buena hermana y la verdad la extraño mucho”, dice Tania Ramos. “Y a mi mamá también porque ella es una mujer trabajadora, nunca ha hecho nada malo”.
Ellos aseguran que la acción de las autoridades fue injusta.
Algunos inmigrantes «cedieron sus derechos, ya sea por no saber o porque su abogado le indicó, o el abogado de ICE le dijo que mejor firme la salida voluntaria, pues ya no tiene una defensa en corte y por eso ICE los está arrestando al salir. Muy importante no decidir sin asesorarse de ir o no ir», dijo la abogada experta en inmigración Alma Rosa Nieto.
“No es justo lo que le hicieron a mi mamá y a mi hermana”, dice Estela. “Les negaron sus derechos y les negaron la oportunidad de pelear su caso”
La familia de Ramos cuenta también que Estela está enferma y que los agentes de inmigración no le habían dado sus medicamentos cuando llegaron a Guatemala.
“Está mal del hígado y está mal de sus brazos y no quiero que le pase nada malo a mi mamá en Guatemala”, dice Tania Ramos.
Mientras tanto, madre e hija esperan en su país la posibilidad de regresar a Estados Unidos.
“Si pudiera devolver el tiempo, no iría a esa cita”, dice Nory. “Quiero seguir allí, estar con mis amigos, graduarme allí, terminar mi carrera”.
La familia está pidiendo la ayuda de alguna organización o abogado que pueda guiarlos para que ambas regresen a casa.