Nuevos detalles sobre las horas posteriores al asesinato de Rob Reiner y Michele Singer Reiner continúan saliendo a la luz y aportan piezas clave a la investigación que tiene como principal sospechoso a Nick Reiner, el hijo del medio del reconocido director de cine y la fotógrafa y productora.
El doble homicidio ocurrió durante la madrugada del domingo 14 de diciembre, cuando ambos fueron hallados sin vida en su residencia de Brentwood, en Los Ángeles.
Las autoridades confirmaron desde un primer momento que el caso fue caratulado como homicidio y que Nick Reiner, de 32 años, quedó bajo la lupa de los investigadores. El martes 16 de diciembre, el hombre fue detenido por la policía de Los Ángeles en el área del Parque de la Exposición, a unos 20 kilómetros de la vivienda familiar.
Según informó Alan Hamilton, subjefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, el arresto se realizó sin incidentes. “Los oficiales se acercaron a él y lo arrestaron sin problemas”, explicó en una conferencia de prensa, donde también aclaró que Nick no intentó resistirse ni huir al momento de ser interceptado.

La habitación de hotel que ahora es clave para la causa de Nick Reiner
En las últimas horas, un informe del medio estadounidense TMZ aportó nuevos y reveladores datos sobre un hotel donde Nick Reiner se habría alojado pocas horas después del crimen. De acuerdo con fuentes citadas por el portal, el acusado se registró alrededor de las 4 de la madrugada del domingo en el hotel The Pierside Santa Monica.
Ese ingreso al establecimiento se habría producido tras una tensa discusión con su padre durante una fiesta navideña organizada por el comediante Conan O’Brien. Allegados a la familia indicaron previamente a People que el conflicto estuvo relacionado con el estado emocional de Nick y su consumo de sustancias, además de su negativa a volver a ingresar a un centro de rehabilitación.

Testigos citados por TMZ aseguraron que, al momento de hacer el check-in, Nick se mostraba desorientado, aunque no presentaba heridas visibles ni rastros evidentes de haber participado en una pelea física. Tampoco se observaron manchas de sangre en su cuerpo en ese momento.
Sin embargo, la situación cambió drásticamente al día siguiente. Aunque la reserva del cuarto era solo por una noche, Nick no realizó el check-out formal. Ante la falta de respuesta, empleados del hotel ingresaron a la habitación y se encontraron con una escena alarmante: la ducha estaba cubierta de sangre y también había manchas hemáticas sobre la cama. Además, la ventana del cuarto estaba tapada con sábanas.
Tras el hallazgo, detectives de la división de Robos y Homicidios del LAPD se trasladaron al hotel para recolectar pruebas e interrogar al personal, incorporando estos elementos a la causa que investiga el asesinato del matrimonio Reiner.
Todos los detalles del estado de la causa y los cargos contra Nick Reiner
Rob Reiner, de 78 años, y Michele Singer Reiner, de 69, fueron encontrados sin vida en su casa de Brentwood por una de sus hijas, Romy, quien dio aviso inmediato a las autoridades. El Departamento de Bomberos fue el primero en llegar al lugar y luego el caso quedó en manos de la unidad de homicidios de la policía de Los Ángeles.
El fiscal del distrito, Nathan Hochman, confirmó que Nick Reiner enfrenta cargos por homicidio agravado y el uso de un arma letal, en este caso un cuchillo. De ser declarado culpable, podría recibir una condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional o incluso la pena de muerte, una decisión que aún no fue definida por la fiscalía.

“Todavía no se tomó una determinación respecto a solicitar la pena de muerte”, señaló Hochman, quien explicó que también se tendrán en cuenta los deseos de la familia al momento de avanzar en esa instancia. Actualmente, Nick permanece detenido sin derecho a fianza.
Mientras tanto, la presión se centra ahora en el informe del forense, que deberá establecer con precisión la hora de las muertes. Por el momento, las autoridades evitaron especular sobre el momento exacto del fallecimiento, mientras la fiscalía prepara la presentación de las pruebas ante un gran jurado que deberá convalidar formalmente los cargos.

