Para ella, una mujer de treinta y pico, su día a día transcurría sin grandes contratiempos. Sin embargo, a pesar de la aparente tranquilidad, algo no andaba bien adentro de su cuerpo. Una tarde, este inconveniente en particular iba a terminar saliendo a la luz durante un viaje en auto.
Una ciudadana de Reino Unido aseguró que el cinturón de seguridad de su coche salvó su vida de una manera particular. Gracias al uso de este arnés de protección, descubrió que tenía un preocupante problema de salud.
La protagonista de esta historia se llama Natalie Deakin y es una joven de 34 años que reside en una localidad de Inglaterra, según información divulgada por el diario británico Daily Mirror. A fines de agosto, ella dio a conocer su caso a través de la agencia de noticias local Kennedy News and Media.
Una molestia en el cuello
Un día, el 18 de marzo, Natalie estaba manejando su vehículo cuando empezó a percibir una incomodidad en su cuello, precisamente del lado derecho. Esta molestia en cuestión era causada por el roce del cinturón de seguridad, de acuerdo con su relato.
«Regresaba a mi casa con mi auto, después de haber hecho las compras semanales en un supermercado, y no dejaba de pensar en la incomodidad que el cinturón de seguridad me generaba en el cuello. Lo moví de lugar para ajustarlo y luego lo volví a colocar, pero el problema persistía«, declaró la joven, quien trabaja como estilista.

En aquel momento, Natalie corrió de nuevo la correa y se tocó con su mano el lado derecho de su cuello. Pronto, se dio cuenta de que había un bulto en esa zona. «Noté una protuberancia debajo de la piel. Enseguida, pensé: ‘¿Qué diablos es eso?’. Recuerdo el miedo, la ansiedad y las náuseas que sufrí«, afirmó.
A raíz de esta situación, ella pidió un turno médico tan pronto como llegó a su hogar. Tiempo más tarde, acudió a un hospital y se hizo una ecografía de cuello. A continuación, los especialistas la sometieron a una tomografía computarizada y también una biopsia del bulto.
El diagnóstico que recibió la joven
Luego de los exámenes, Natalie recibió un duro diagnóstico: los médicos le confirmaron que esa protuberancia debajo de la piel de su cuello era producto de un tipo de cáncer, precisamente un linfoma de Hodgkin. Cuando la paciente se enteró de la mala noticia, quedó impactada.
«Antes del episodio en el auto, mi vida era normal. No tenía síntomas, nada. No había cambios en mi cuerpo. Me sentía muy en forma y saludable. Si no hubiera encontrado el bulto en el cuello, habría seguido con mi vida normal», comentó.
A su vez, la joven avisó que, debido al diagnóstico, pospuso muchas actividades que había organizado para 2025.

«Con mi familia teníamos tantas cosas maravillosas planeadas, pero ninguna podrá llevarse a cabo. Mi vida se paralizó. Jamás creía que a los 34 años diría que tengo cáncer«, reflexionó. A pesar de esta situación, se mostró optimista.
En la actualidad, según Daily Mirror, ella debe llevar a cabo un tratamiento con sesiones de quimioterapia para combatir su linfoma de Hodgkin, que se encuentra en estadio II.
Por otra parte, Natalie destacó la importancia de lo ocurrido con el cinturón de seguridad. «Siento que el cinturón de seguridad probablemente me salvó la vida, lo cual es extraño en esta circunstancia. Estoy muy agradecido por ello. Las cosas podrían haber sido muy diferentes para mí«, expresó.

Por otro lado, la ciudadana británica optó por darle un consejo a los demás. «Debemos estar muy atentos a nuestro cuerpo. Revisá tu cuerpo constantemente. Si notas cualquier cambio y crees que no es normal, acudí a un médico«, manifestó.
Qué es un linfoma de Hodgkin
«El linfoma de Hodgkin es un cáncer poco común que se desarrolla en el sistema linfático, que es una red de vasos y glándulas repartidas por todo el cuerpo», advirtió el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) mediante su página web oficial.
«El síntoma más común del linfoma de Hodgkin es una hinchazón en un ganglio linfático, generalmente en el cuello, la axila o la ingle. Esta inflamación suele ser indolora, aunque algunas personas la sienten dolorosa», indicó la entidad de salud. Además, aclaró que los glándulas de los ganglios linfáticos también pueden hincharse por otros tantos motivos, como por ejemplo como respuesta a una infección.
«A veces, las personas con linfoma de Hodgkin tienen dolor en los ganglios linfáticos cuando beben alcohol«, comunicó el NHS.

Por otro lado, este tipo de cáncer puede ocasionar otros síntomas, tales como sudores nocturnos, pérdida de peso involuntaria, temperatura alta (fiebre), tos persistente, sensación de falta de aire y picazón persistente en la piel de todo el cuerpo, entre otros.
«Otros síntomas dependerán de la zona del cuerpo donde se encuentren los ganglios linfáticos agrandados. Por ejemplo, si el abdomen (vientre) está afectado, podría presentar dolor abdominal o indigestión. Algunas personas con linfoma presentan células anormales en la médula ósea al momento del diagnóstico. Esto puede provocar: cansancio o fatiga persistente, un mayor riesgo de infecciones sangrado excesivo, como hemorragias nasales, períodos abundantes y manchas de sangre debajo de la piel», enumeró la entidad de salud.
Por otra parte, el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido aseguró que el linfoma de Hodgkin es un cáncer «relativamente agresivo» y puede propagarse «rápidamente» por el cuerpo. «A pesar de ello, también es uno de los tipos de cáncer más fáciles de tratar (NdR: dependiendo del estadio del cáncer, la salud del paciente, su edad y otros factores)», mencionó el NHS.