Tras tres años desde su último álbum, la artista explora cinco identidades y transforma el dolor en creatividad en su nuevo material.
Maria Becerra lanzó Quimera, su tercer álbum de estudio, un proyecto que marca un antes y un después en su carrera por su enfoque conceptual, íntimo y transformador.
El proceso creativo fue profundamente personal: aunque la artista había completado un disco hace más de un año, atravesó meses emocionalmente movilizantes que hicieron que sus canciones previas solo reflejaran tristeza. La necesidad de explorar otros lugares emocionales la llevó a reconstruir su proyecto y dar forma a Quimera, un álbum que convierte el vacío en motor creativo y el dolor en narrativa.
El disco se sustenta en cuatro alter egos que habitan distintos universos sonoros:
- Maite: vulnerabilidad y amor que enseña.
- Jojo: brillo y sensualidad como declaración de libertad.
- Shanina: dualidad, deseo e intensidad.
- Gladys: raíces, orgullo por el origen y la verdad cruda.
Cada identidad se refleja en tres canciones que exploran géneros diversos como pop, urbano, R&B, salsa, dembow y sonidos experimentales, fusionando melancolía, empoderamiento y catarsis.
Además, Maria sin filtros aparece en cinco canciones centrales, mostrando su lado más humano y honesto, sin personajes ni disfraces, hablando del amor, la caída, la sanación y la verdad personal.
El álbum fue producido por Xross, con la participación activa de Maria en la producción de varias canciones y en la conceptualización de los videoclips, reforzando su involucramiento creativo integral.
Entre las colaboraciones destacan Taichu, Jay Wheeler, J Rei, TINI, Paulo Londra, Karina La Princesita y El Alfa, ampliando la exploración sonora y emocional de cada identidad.
La presentación oficial será los días 12 y 13 de diciembre en el Estadio River Plate, con un show 360° inédito en la historia del estadio, combinando música, puesta en escena y experiencia visual para materializar en vivo la propuesta conceptual de Quimera.



