María Teresa Dova es una de las mentes más brillantes de la física de partículas en América Latina. Su nombre resuena en los pasillos de la Universidad Nacional de La Plata y del CONICET en Argentina, pero también en los del CERN en Suiza, el epicentro de la física mundial. La profesora Dova recibe a WIRED en Español en París, horas antes de ser galardonada con el prestigioso premio L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”.
Su carrera es un viaje a las entrañas de la materia, a los instantes primigenios del universo. Fue una pieza clave en el equipo que confirmó la existencia del bosón de Higgs, esa partícula fundamental que da masa a todo lo que nos rodea y que, en última instancia, permite que existan las estrellas, los planetas y nosotros mismos. Lejos de detenerse en ese hito histórico, su mirada está ahora puesta en uno de los mayores enigmas cósmicos: la materia oscura.
En esta vigesimoséptima edición, las galardonadas han sido seleccionadas, entre un grupo de 466 nominadas, tras un riguroso proceso de evaluación realizado por un jurado independiente presidido por Artur Avila, profesor del Instituto de Matemáticas de la Universidad de Zúrich (Suiza), investigador extraordinario del Instituto de Matemáticas Puras y Aplicadas (Brasil) y ganador de la Medalla Fields en 2014.L’Oréal-UNESCO
“De niña devoraba libros, películas y cómics de ciencia ficción. Mis héroes siempre eran científicos”, recuerda. “Me fascinaba cómo enfrentaban cada desafío con creatividad, lógica y tecnología de punta. Quería ser como ellos. Jamás imaginé que, habiendo nacido en un pequeño pueblo cerca de Buenos Aires, algún día me convertiría en científica. Pero esa pasión por descubrir y resolver problemas nunca me abandonó.
A lo largo de su carrera, la profesora Dova ha enfrentado obstáculos marcados por cuestiones de género. Uno de los más significativos ocurrió al solicitar una beca del World Laboratory para trabajar en el CERN: la oportunidad le fue inicialmente negada tras informar que se trasladaría con su esposo e hijos. “Fue un shock descubrir que me rechazaban simplemente por querer llevar a mi familia conmigo”, explica en entrevista para WIRED.
En 1989, obtuvo una beca posdoctoral que le permitió incorporarse al experimento L3, dirigido por el Premio Nobel Samuel Chao Chung Ting, en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). Fue allí donde dio sus primeros pasos en la física experimental de altas energías, un campo en el que profundizó investigando fenómenos fundamentales como la física del leptón tau y las propiedades de las corrientes débiles, tanto neutras como cargadas. Esta etapa marcó el inicio de una trayectoria científica dedicada a explorar los componentes más elementales del universo. Más tarde, en 1996, motivada por el impulso del Premio Nobel James W. Cronin, participó en la creación del Observatorio Pierre Auger, un ambicioso proyecto internacional dedicado al estudio de los rayos cósmicos de ultra-altas energías.
WIRED conversa con las ganadoras del Premio para Mujeres en la Ciencia L’Oréal-UNESCO-AMC.
Gracias a su gestión, la Universidad Nacional de La Plata se integró por primera vez a este experimento de gran escala. Su trabajo contribuyó significativamente al análisis de la propagación de estos rayos en el medio intergaláctico y a la comprensión de su composición. En 2001, fue elegida presidenta del Consejo Directivo de la Colaboración Auger (Chair of the Collaboration Board), integrado por representantes de 49 instituciones de 17 países, y fue reelecta en el cargo hasta 2006. En 2005, lideró el esfuerzo conjunto que permitió, por primera vez en la historia, la participación formal de Argentina en un experimento de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN): el experimento ATLAS. Este detector multipropósito del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) fue diseñado para la búsqueda del bosón de Higgs, el estudio detallado de sus propiedades, la realización de mediciones de precisión dentro del Modelo Estándar y la exploración de nuevas partículas e interacciones fundamentales.
Ha publicado cientos de trabajos científicos como resultado de sus investigaciones en materia condensada, fenomenología de la física de partículas, rayos cósmicos de ultra alta energía y análisis de datos, en colaboración con los experimentos L3 y ATLAS del CERN, así como con el Observatorio Pierre Auger. Ha dirigido once tesis doctorales y una decena de tesis de licenciatura en la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de Córdoba. Entre 2001 y 2007 se desempeñó como Adjunct Professor en la Universidad del Nordeste, en Boston. Fue miembro del Consejo Editorial del Journal of Physics G: Nuclear and Particle Physics, de IOP Publishing (Reino Unido), entre 2008 y 2014. Ha realizado más de ochenta presentaciones en congresos científicos internacionales y seminarios invitados en universidades y laboratorios de todo el mundo.
Ha formado parte de los comités científicos y organizadores de las conferencias más relevantes en física de partículas, como ICHEP, LHCP, CRIS e ICRC. En América Latina, fue miembro fundadora del Simposio Latinoamericano de Física de Altas Energías (SILAFAE) y directora local de la tercera (2005) y décima (2019) edición de la CERN–Latin American School of High-Energy Physics en Argentina.
Desde la física de partículas hasta la seguridad de los datos, los Premios Internacionales L’Oréal-UNESCO Mujeres en la Ciencia reconocen en París las contribuciones revolucionarias de científicas que están cambiando el mundo y abriendo camino para las nuevas generaciones.
Pero la historia de la Profesora Dova no solo se cuenta en aceleradores de partículas y análisis de datos. Se cuenta también en las teclas de un piano, en la transición de una fuga de Bach a las leyes fundamentales de la naturaleza, y en la lucha incansable por abrirse paso y derribar barreras de género en un campo tradicionalmente dominado por hombres. Conversamos con ella para desentrañar no solo los misterios del universo, sino también para conocer a la mujer detrás de la científica, una inspiración para las futuras generaciones que sueñan con descifrar el cosmos.
WIRED: Ha sido parte de uno de los descubrimientos más importantes del siglo XXI, el del bosón de Higgs, y ahora se enfrenta a un misterio tan colosal como la materia oscura. Al leer sobre su carrera, una se pregunta, ¿qué se siente al estar en la frontera misma del conocimiento humano, mirando hacia lo desconocido y sabiendo que su trabajo podría, una vez más, cambiar la forma en que entendemos el universo?
María Teresa Dova: Son aspectos que realmente me dan satisfacción, porque era un poco mi sueño. De alguna manera creo que quería hacer algo que fuera más grande que lo personal. Poder dejar un legado, poder abrir puertas a las próximas generaciones. Así que, bueno, cuando veo ahora a los grupos, chicos muy motivados, investigadores y estudiantes con ideas propias, siento que el círculo empieza a cerrarse. Ahora son ellos quienes me inspiran.
WIRED: ¿Qué te llevó a dedicarte a la física de partículas y campos, y qué más te fascina de este campo en particular?
María Teresa Dova: Hice mi tesis en materia condensada, que es un campo completamente distinto a esta disciplina. Y cuando estaba terminando el doctorado, tres profesores, que fueron grandes maestros míos, físicos teóricos de partículas, de altas energías, me tentaron con la idea de pedir una beca posdoctoral para comenzar a trabajar en el laboratorio SAM, e iniciar una carrera en la física experimental de altas energías. Ellos pensaban que, cuando yo regresara a la Argentina, podría crear un grupo de físicos experimentales de altas energías y así generar una comunidad en el país. Esos fueron mis primeros pasos en esta disciplina, que realmente me fascina, me encanta.
WIRED: ¿Cómo se involucró en la física de rayos cósmicos?
María Teresa Dova: Me embarqué en la física de rayos cósmicos porque se construyó el Observatorio Pierre Auger en mi país, y no podía no ser parte de eso también. Entonces, ahí también ayudé a formar toda la comunidad de astropartículas en Argentina.
WIRED: ¿Cuál considera son algunos de los hitos académicos o profesionales más significativos en su carrera?
María Teresa Dova: Es un logro que tiene más que ver con lo colectivo y con la comunidad de científicos argentinos. Y esto, bueno, fue lo que nos dio la gran oportunidad de poder contribuir al descubrimiento histórico del bosón de Higgs, que nos permitió cerrar un capítulo muy importante de la física y, por supuesto, abrir nuevos capítulos para seguir investigando, para seguir estudiando. Así que, bueno, creo que el descubrimiento del bosón de Higgs, haber podido participar en él, es un punto muy, muy alto en mi carrera profesional.
WIRED: Hablemos del CERN y cuando obtuvo esa beca posdoctoral en 1989. ¿Cómo fue esa experiencia?
María Teresa Dova: Sí, fue un momento con distintos matices, diría, porque, bueno, apliqué a una posición posdoctoral en una institución que se llamaba World Laboratory. Y era una beca posdoctoral que daba esa institución para poder trabajar en el laboratorio del CERN. Pero cuando, bueno, gané la posición y empecé a llenar los papeles, iba a viajar con mi esposo y mis hijos. El presidente del World Laboratory dijo: “Ah no, esto no es para mujeres casadas, si tienen hijos y demás, entonces no vamos a poder mantener la oferta de beca”. Para mí fue un shock enorme, una desilusión. Entonces mis profesores dijeron: “No, no, vamos a hablar”. Hubo un profesor español que también ayudó muchísimo, habló con el presidente del World Laboratory, y él revirtió su decisión y pude ir al laboratorio del CERN e iniciar mi carrera en física de altas energías. La verdad es que la historia es interesante, porque cuando terminó la beca, el mismo presidente del World Laboratory me propuso seguir aportando al CERN los gastos operativos para que yo pudiera trabajar desde Argentina. Porque, bueno, estaba muy satisfecho con mi desempeño. Así que eso también fue parte de la historia. A veces, cuando te dan la oportunidad de mostrar lo que podés hacer, se convencen rápido.
WIRED: ¿Qué significó para usted y para la ciencia argentina ser parte de un proyecto de tal magnitud como el del bosón de Higgs?
María Teresa Dova: Una oportunidad extraordinaria. No solo haber participado en el descubrimiento, que es un descubrimiento histórico, sino todo lo que tiene y conlleva poder ser parte de estos experimentos. Para mí, para países como el nuestro, la participación en estas colaboraciones internacionales es muy importante, porque tiene muchos retornos. No solo la formación de jóvenes, científicos, físicos, informáticos, ingenieros, en un entorno internacional, donde aprenden a ser líderes, a coordinar grupos, y además trabajan en la frontera de la ciencia, en la frontera de la tecnología, y todo eso luego vuelve al país como una transferencia muy importante de conocimiento y tecnología al entorno productivo o académico. Con lo cual, para mí, todos ganan. Por eso impulso tanto estas participaciones en colaboraciones internacionales.
WIRED: ¿Cuáles son sus principales referentes en el mundo de la física de partículas?
María Teresa Dova: Siempre, durante mi carrera y después, cuando empecé con la física de altas energías, mi físico preferido fue Enrico Fermi. Fermi, para mí, tiene algo… Obviamente están los Einstein, los Newton, pero Fermi tiene algo que me fascina, y es que él era un físico. No era físico experimental o físico teórico: era todo, podía hacer de todo. Y cuando estás estudiando, prácticamente en casi todas las materias hay algo que fue un aporte de Enrico Fermi. Entonces es como el físico, con mayúsculas. Algo que hoy es muy difícil, porque hay un grado de especialización mayor. Así que, bueno, él siempre fue mi preferido.
WIRED: En el equipo del bosón de Higgs, ¿cuál fue el papel de otras mujeres en ese mundo, que entiendo que está mayoritariamente compuesto por hombres?
María Teresa Dova: Por supuesto, en las colaboraciones internacionales y de distintos países hay contribución de mujeres. Somos una minoría, somos menos del 30%, pero evidentemente hay mujeres. Y bueno, hay que pensar en particular en quién fue la portavoz de la colaboración, que hoy es Directora General del CERN: Fabiola Gianotti, una líder extraordinaria, una física extraordinaria, que la verdad es que ha sido siempre una referente para todas nosotras. Luego, claro, durante mi carrera, tuve muchos mentores, profesores, referentes que, de una u otra manera, me marcaron, me influenciaron, y bueno, soy la persona y la científica que soy gracias a todas esas personas.
WIRED: ¿Cómo ve hoy el papel del CERN en la física en general, en el mundo de la ciencia, con todo lo que viene de la computación cuántica, la inteligencia artificial? ¿Qué papel está jugando la física en ese aspecto?
María Teresa Dova: El laboratorio del CERN es el laboratorio más importante del mundo en física de altas energías y lo seguirá siendo, porque todas las innovaciones y todos los grandes logros ocurren en ese entorno internacional. Ahora, se habla mucho hoy en día de inteligencia artificial, hay una fascinación con la inteligencia artificial, pero nosotros venimos trabajando con inteligencia artificial, deep learning, machine learning desde hace décadas. De hecho, siempre me gusta decir que nosotros ayudamos, de alguna manera, a generar el concepto de ciencia de datos. Hemos trabajado con estos algoritmos y hemos ayudado a desarrollarlos durante décadas. No olvidemos que en octubre del año pasado se otorgó el Premio Nobel de Física a dos físicos por sus contribuciones al desarrollo de la inteligencia artificial. Entonces, bueno, creo que si tenemos que hablar de todas las innovaciones y todos los desarrollos de nuevas tecnologías que se hicieron en este largo camino de los aceleradores hasta el bosón de Higgs, y si seguimos la búsqueda de nueva física en el laboratorio del CERN, necesitaríamos una semana, porque realmente es impresionante la cantidad de desarrollos con aplicaciones directas a la sociedad.
WIRED: Hablaba de la colaboración internacional en su campo. ¿Qué papel juega América Latina en ese panorama?
María Teresa Dova: Bueno, en este momento, creo que en América Latina la comunidad de altas energías está empezando a ser muy fuerte. Basta pensar que, hace apenas unos meses, Chile y Brasil son miembros asociados del laboratorio del CERN. Eso quiere decir que hay una comunidad muy fuerte. Mi sueño sería que Argentina también lo fuera, pero por ahora eso es un sueño. Pero bueno, tenemos en Brasil, Chile, Argentina, Colombia, México, comunidades que son muy fuertes. Y creo que lo importante es tratar de encontrar sinergias entre los distintos grupos. Y para eso tenemos un proyecto que se llama Asociación Latinoamericana para Infraestructuras de Investigación en Altas Energías, Cosmología y Astropartículas.
Esta asociación, que es relativamente nueva, creo que es el espacio que nos estamos dando para discutir cuáles serían las grandes infraestructuras, cómo trabajar de una manera no fragmentada, sino unificada, que nos haga más potentes en el campo como región. Así que, bueno, también estoy muy involucrada en ese proyecto, porque me parece sumamente interesante.
WIRED: Sé que has llevado a cabo una importante labor de divulgación científica. ¿Por qué considerás tan importante comunicar la física de altas energías al público general?
María Teresa Dova: Como científicos, tenemos la obligación moral de hacer divulgación. Es muy importante que la sociedad entienda lo que significa para el avance de la civilización, el avance del conocimiento. Y, en particular, la física que yo hago, que también me encanta por la enorme cantidad de derivaciones que tiene con impacto directo en la sociedad. Desde que participé en el CERN, ya cuando era postdoc, Tim Berners-Lee inventó la web, que fue libre y abierta para toda la sociedad, cambiando completamente la forma en que educamos, en que nos comunicamos, en que hacemos negocios. Cambió nuestra vida para siempre. Fue desarrollada en el CERN por una necesidad de la física de altas energías, y fue entregada a la sociedad. Y ni hablar de todo lo que es radioterapia, la terapia de adrenales, que hoy es de vanguardia, y que en el CERN también se enseña a empresas a construir los instrumentos para estas terapias. Hay una enorme cantidad de derivaciones con aplicaciones muy importantes para la sociedad. Y a veces creo que no lo estamos comunicando tan bien a la sociedad. Y la sociedad entonces cree que somos una élite haciendo desarrollos que no van a impactar, cuando en realidad todo tiene impacto.
WIRED: ¿Cuáles son los grandes misterios o los próximos desafíos que cree que va a abordar la física de partículas y campos?
María Teresa Dova: A veces uno dice, bueno, el descubrimiento del bosón de Higgs. No puedo predecir hoy cuál será su impacto en otros años, pero sí puedo decirte que en ese camino ya hubo aplicaciones con un impacto impresionante en la sociedad. Y quién sabe cuál será el impacto en los próximos años, en las próximas décadas. Hoy, lo que queremos, lo que estamos tratando de entender —en particular con mi grupo— es la naturaleza de la materia oscura del universo. ¿De qué está hecha la materia oscura del universo?