La crítica situación provocada por las inundaciones en el norte de Salta ha dejado a miles de personas aisladas y en condiciones extremadamente difíciles. La provincia ha desplegado todos sus recursos para asistir a los damnificados, pero la respuesta del Gobierno Nacional ha generado controversia: si bien han ofrecido colchones y otros insumos, exigen que la provincia se traslade a Buenos Aires a buscarlos.
La crítica situación provocada por las inundaciones en el norte de Salta ha dejado a miles de personas aisladas y en condiciones extremadamente difíciles. La provincia ha desplegado todos sus recursos para asistir a los damnificados, pero la respuesta del Gobierno Nacional ha generado controversia: si bien han ofrecido colchones y otros insumos, exigen que la provincia se traslade a Buenos Aires a buscarlos.
La zona afectada comprende alrededor de 15.000 personas, de las cuales aproximadamente 11.000 pertenecen a pueblos originarios y 4.000 son criollos. La magnitud de la crisis se evidenció en los esfuerzos desesperados de las autoridades provinciales por acceder a los damnificados. «Hemos hecho todo lo posible para llegar por tierra. Todavía tenemos tractores y camiones enterrados en el barro. Incluso un helicóptero del Ejército y Gendarmería quedó atrapado mientras intentaba llegar a destino», detalló el Ministro de Desarrollo Social de la provincia, Mario Mimessi.
Durante varios días, las inclemencias climáticas impidieron la asistencia aérea, lo que dejó a las comunidades en un estado crítico. Sin embargo, el domingo pasado se logró realizar una gran asistencia en Santa Victoria Este. «Cuando hablamos de los vecinos de esta zona, hablamos de personas conocedoras del río y de las dificultades de su entorno. Pero incluso para ellos, cocinar los módulos alimentarios que reciben es un desafío cuando no para de llover», explicó Mimessi.
Un operativo de asistencia con recursos propios
Hasta el momento, la asistencia en Santa Victoria y las acciones previstas en Rivadavia Banda Sur han sido financiadas íntegramente con recursos provinciales. «Se han distribuido módulos alimentarios, agua, camas, colchones, frazadas e indumentaria. Pero además, se han destinado esfuerzos logísticos extraordinarios con la participación de diversos ministerios y fuerzas de seguridad para atender la emergencia», sostuvo el funcionario.
El dato que sorprende y genera indignación es la respuesta del Gobierno Nacional. «Nos han ofrecido ayuda, pero debemos ir a buscarla a Villa Martelli, en Buenos Aires. Es ridículo pensar en mandar camiones desde Salta a Buenos Aires en plena emergencia. Lo lógico sería que dispongan de un transporte propio para hacer llegar los insumos a la provincia», señaló Mimessi. «Nuestra provincia es geográficamente extensa, y por eso tenemos centros de distribución en Tartagal y otros puntos estratégicos. Lo razonable sería que la Nación adopte una estrategia similar en lugar de centralizar todo en Capital Federal».
El día después: lo que viene tras la crisis
Más allá de la emergencia inmediata, las autoridades ya anticipan los desafíos que se presentarán una vez que las aguas bajen. «Cuando el agua se retire y el barro se seque, quedará en evidencia un escenario de destrucción total. Es lo que ya estamos viendo en la Quebrada del Toro, donde se está pidiendo una emergencia económica y social», alertó Mimessi.
La recuperación demandará un trabajo intenso de reconstrucción en coordinación con los municipios. «El gobernador tomó la decisión de poner todos los recursos provinciales al servicio del norte. Ahora, una vez pasada la emergencia, el compromiso seguirá siendo el mismo para garantizar que las comunidades puedan recuperarse», concluyó.
Mientras tanto, la provincia sigue adelante con su operativo de asistencia, sorteando obstáculos y enfrentando la crisis con sus propios medios, a la espera de que Nación no solo ofrezca ayuda, sino que también facilite su llegada a quienes más la necesitan.