En una charla relajada pero sin filtro, Mario Pergolini se refirió este viernes a las explosivas declaraciones de Susana Giménez, quien días atrás aseguró públicamente que jamás iría a su nuevo programa, Otro día perdido, emitido por El Trece. En una entrevista con Ángel de Brito en el canal de streaming Bondi, el histórico conductor de CQC no esquivó el tema y sorprendió al reconocer la legitimidad del enojo de la diva: “Tiene razón en odiarme”.

El conflicto, según reconoció Pergolini, viene de larga data. Durante los años dorados de la televisión abierta, su estilo provocador y ácido apuntó en más de una ocasión contra Susana, especialmente en cuestiones que hoy serían vistas con otra sensibilidad. “Sí, nosotros hemos hecho cosas hirientes”, admitió, y agregó: “Si me hubiesen tratado a mí como la tratamos a ella, tampoco hablaría más. Tiene razón”.
La polémica se reactivó cuando Susana, consultada por un móvil de LAM sobre si vería el nuevo programa de Pergolini o aceptaría una invitación, fue tajante: “Jamás lo veré. Me odiaba, hablaba siempre mal de mí. No iría nunca a su programa ni porque me pida perdón de rodillas”. Lejos de alimentar la disputa, el conductor se mostró comprensivo: “Con los años que tiene ella, tiene todo su derecho. Ya no tiene que ir al programa de nadie. Que diga eso como punto final, me parece lógico”.

Aunque la figura de Susana fue el centro de la conversación, Pergolini también se refirió a otros pesos pesados de la televisión como Marcelo Tinelli y Mirtha Legrand. “Con Mirtha era más fácil, porque era más viva. Entendió antes el juego de las peleas mediáticas. Marcelo también, aunque era el número uno. Pegarle al uno es fácil, porque si te responde, te ubica a su nivel”, explicó. Incluso recordó con humor encuentros con Tinelli en reuniones de padres por el colegio de sus hijos: “Todo el mundo decía ‘uhhh, se va a armar’… y solo charlábamos”.
Sobre su regreso a la televisión con Otro día perdido, Pergolini mantiene el perfil provocador pero con un tono más distendido. Su paso por Bondi dejó en claro que, lejos de buscar reconciliaciones forzadas, el conductor reconoce sus errores del pasado y, con cierta ironía, también parece disfrutar de las consecuencias. “Lo bueno es que siempre se supo de qué lado estaba cada uno”, cerró. Mientras tanto, Susana sigue firme en su postura y todo indica que, al menos por ahora, el reencuentro frente a cámaras no será posible.