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domingo, julio 13, 2025

Mario Pergolini y su regreso a la tele: dice que no lo hace por la plata y que se merece las pasiones y los odios que despertó por no ser tibio

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Mario Pergolini parece haber mejorado como ser humano. En un rato se lo vamos a preguntar. Es como si ya no se preocupara por ser el más rápido del Oeste. Escucha con atención, no intenta devolver usando salidas siempre ingeniosas. Es un sexagenario que en el día de la nota, 3 de julio, está cumpliendo los 61. A punto de estrenar programa nuevo (Otro día perdido, a partir del 14 de julio, de lunes a viernes a las 22.30,.por eltrece), después de 15 años sin televisión, ahora está conociendo su camarín. En la heladera hay gaseosas. “Antes había merca en la tele, jajaja”. Prueba los sillones, los mueve de lugar. «¡Hay ducha!». Diríamos que está tomando posesión de un formidable dos ambientes con dependencias.

Más tranquilo, maduro, y desde que hace un streaming rodeado de púberes, más equilibrado aún. Es como si esas juventudes casi crismorénicas le hubieran regalado a Mario Pergolini una perspectiva que antes, rodeado de pares, no se permitía.

Ahora es un tipo que de pronto cuenta lo que sintió cuando vio a Guns N’Roses en la Argentina, y se lo cuenta a un interlocutor que a principios de los ’90 ni siquiera había nacido. Una voz que no llega sólo desde la experiencia, sino de lugares envidiables y privilegiados.

Las canas van ganando, pero no tanto en lo alto de su saludable robustez. Pergolini fue adquiriendo una fisonomía senior a la que Marcelo Tinelli -sólo por citar a su histórico adversario- parece resistirse con un look onda Auténticos Decadentes.

Fue importantísimo para un par de generaciones que crecieron escuchando la Rock & Pop. Es uno de los máximos responsables de nuestra educación sentimental. Le pedís, como un Cerati cualquiera, que te cuente cosas imposibles y entonces dice que tiene un récord: haber logrado el 78 por ciento de share con su programa. “Inédito, está en el libro Días de Radio, de Carlos Ulanovsky”.

Después, con Caiga quien Caiga escribió una página sensacional de la televisión más ocurrente de la república.

En Malas compañías, aquel programa de la Rock & Pop, habían inventado los contactos, eso de que uno llama a la radio y pide por otra gente. “Bueno, así empezaron los pedidos sexuales. En esa época se hacían denuncias de que había drogas en la radio. La única forma que teníamos de defendernos era diciendo: “¿Cómo anda comisario? ¿Qué lo trae por acá?”. Lo sacábamos al aire para que no nos plantaran nada o nos hicieran una cama”.

Le guste a quien le guste. Mario Pergolini dice que a la gente grande que hace streaming no lo va bien. Él,. desde Vorterix, es un pionero del formato. Foto: Ariel Grinberg
Le guste a quien le guste. Mario Pergolini dice que a la gente grande que hace streaming no lo va bien. Él,. desde Vorterix, es un pionero del formato. Foto: Ariel Grinberg

Mi vida por la radio

“A veces Lalo Mir llegaba a la mañana y tenía que hacer el programa en voz baja, porque había gente durmiendo en el estudio. Vivíamos ahí. Era mi vida. Yo llegué a cagarme a trompadas por la Rock & Pop”.

Daniel Grinbank, el dueño, le regaló una parte de la emisora y después él se la vendió a los mexicanos. “Yo amé mucho esa radio. Mi ciclo ¿Cuál es? fue la banda de sonido de la ciudad. Había una generación que se comunicaba a través de esos programas”.

-Pero una vez subí a tu auto y estabas escuchando Aspen.

-En el auto sonaba Aspen, sí, por mi mujer. Pero radio no escucho más, estoy grande para eso. Y si escucho, escucho AM.

-¿Por qué te iba tan bien?

-Mmm, a veces hago unas charlas y me doy cuenta que he armado buenos equipos, con gente talentosa y creativa. Mi capacidad es ver la posibilidad de distintas pinceladas para un mismo cuadro. Tuve habilidad de volverme interesante por los talentos ajenos y esa gente me ha brindado todo lo que podía dar. Y eso lo sé porque tengo capacidad para ordenar el talento de los demás. Eduardo (De la Puente) fue fundamental, los noteros de Caiga… Formo parte de una generación como Lalo Mir y Elizabeth Vernaci, gente que no fue mezquina en compartir.

A la noche, un programa sobre el día

-Estuve hablando de vos con Pettinato antes de venir a la nota.

-¿Por?

Mario Pergolini considera que una de sus virtudes es la de haber armado buenos equipos y no haber sido mezquino en compartir. Foto:  Ariel GrinbergMario Pergolini considera que una de sus virtudes es la de haber armado buenos equipos y no haber sido mezquino en compartir. Foto: Ariel Grinberg

-Porque vas a hacer un late night y él es un crack en ese género.

-¿Sí? ¿Y por qué le fue bien? Jajaja -carcajada inmediata para que entendamos el tono-. Perdón, es que tengo que volver, tengo que volver.

-Me dijo que te pregunte si vas a hacer monólogos y qué clase de público pensás encontrarte. Te leo lo que puso: “Ojo, que si le ponen buen dinero puede hacer algo interesante”. Y algo más: “El late night depende mucho o todo del conductor. ¿Cómo se sentirá para un monólogo?” Epa.

-La columna vertebral del programa se podría decir que es el monólogo. Empiezo así. Hay un equipo de cinco guionistas encabezados por Alejandro Borensztein. Otro día perdido es un programa que sería como el resumen del día o lo que queda del día. Política, economía, pelotudeces virales, pero todo del día.

-¿Y lo del «público» que preguntaba Pettinato?

-Le voy a hablar al mismo público, que ahora creció. El que tenía hace 20, 30 y ahora tiene 50, 60. La tele es un medio que su época de oro la ha perdido por completo. Los números que se manejan en comparación con los números que tuvo este medio demuestran que es un público envejecido al que otras plataformas le han ganado, incluso la radio le ha ganado.

-Igual la tele sigue siendo el patrón cultural por excelencia. Hice la prueba con mi hijo de 14: le pregunté si conocía a Tinelli y me dijo “sí”. Le pregunto por vos y no tiene idea.

-Pasa por el lugar que ocupás, no por la tele. Creo que hay lugares que uno va ocupando como si fuera un algoritmo. Cada vez más le llegás a las personas que le tenés que llegar. Por supuesto que hay nombres muy grandes, Marcelo sin dudas es uno de ellos, que siguen apareciendo en TikTok y en Instagram, donde yo ni quiero figurar. Pero va de vuelta: edad, dispositivo e interfase definen a las audiencias y la televisión es para gente grande, por encima de los 55 años. Así que hablaré con esa gente. También es cierto, y esto es algo que conozco bien, pueden segmentarse ciertos contenidos para llegar a otro tipo de público que no tiene idea que eso proviene de la televisión.

«Otro día perdido», el nuevo programa de Mario Pergolini, tendrá entrevistas, música en vivo y monólogo del conductor.

-El formato de late night en las entrevistas, esa cosa de mirada oblicua, ¿me explicás qué quiere decir?

-Cuando el Negro Hugo Guerrero Marthineitz hacía una nota era una nota de una hora. Este tipo de armados. en cambio, tiene formatos de entrevista de 15 minutos y si es una gran estrella puede irse a 20, 25. Los programas de entrevista no van más, eso está para otros formatos tipo Youtube, streaming. La televisión no da más ese lugar. Estas entrevistas que haremos son parte del espectáculo, del entretenimiento, es otra clase de charla. Por eso pedí una agenda de entrevistados muy variopinta. Que vengan desde grandes estrellas, tampoco hay tantas para un programa diario, pero que también tenga lugar un marginal. Ayer estábamos haciendo el ensayo y el tema era YPF. Decíamos: “Dentro de un ratito vamos a hablar con Carlos Pagni para que nos cuente un poco”. Cristina presa, por ejemplo: hay chistes, sin duda, pero también hay otras miradas.

La situación de Vorterix

-Si te estuviera yendo bien con Vorterix, ¿volverías a la tele?

-Me va bien con Vorterix.

-Leí algo de una convocatoria de acreedores, no sé bien qué quiere decir…

-A Vorterix le va muy bien. Es una de las tres grandes que juegan en el streaming. Después de casi 15 años de vida, Vorterix ha tenido distintos socios y ha pasado cuestiones impositivas, moratorias. Era un quilombo de números. Decidimos ordenar y la mejor forma es la convocatoria para ver cómo está la deuda. Es una convocatoria totalmente pagable. Y es para ordenar, para establecer prioridades. Y para seguir.

-Nada que ver entonces, te dieron ganas de golpe…

-Tiene que ver con la edad. Estoy rodeado de jóvenes y yo no quiero ser Sofovich con Guido, cuando lo tenía para boludear al pendejito y el pendejito que boludeaba al viejo.

Mario Pergolini dice que ha ganado más plata en otros momentos de la TV y que este regreso es porque tuvo ganas. Foto: Ariel GrinbergMario Pergolini dice que ha ganado más plata en otros momentos de la TV y que este regreso es porque tuvo ganas. Foto: Ariel Grinberg

-Vos dijiste que no podía haber gente grande en un streaming.

-Y está demostrado. Todo lo que se está haciendo para gente más grande, canales de noticias en streaming, esas cosas, no están funcionando. Esto es muy selectivo y muy rápido. Podés tener tu canal de Youtube, pero si no tenés nada para decir…

-Definime “streaming”.

-Cuando se nos ocurrió hace 12 años era una cosa, era un medio alternativo más barato con un micrófono abierto a cualquiera y que iba en paralelo a la radio. Lo veo como un buen reemplazo de antenas, transmisores. Ese tipo de radio se está acabando por una cuestión operativa y de costos. Y está pasando esto en todo el mundo, porque podés llegar de otra forma y en cualquier horario. Las audiencias han cambiado, ya no son las mismas.

-No sé si sos un tipo muy querido. Debe haber gente esperando que te vaya mal, ¿no?

-Sí, claro, pero ser querido por las audiencias es algo medio raro. ¿De qué cariño me hablás? Te ven o no te ven. ¿Eso es cariño? Te admiran o no te admiran.

Video

Mario Pergolini vuelve a la TV

-Te envidian o no te envidian.

-Bueno, tampoco soy gran cosa para que me envidien. Yo realmente veo que puedo seguir, que después de haber dicho no, no, no, no, dije “bueno, dale, ¿qué podemos hacer? Escucho que algunos dicen: ¡eh!, callate, vos dijiste que la tele estaba muerta». A mí me chupa un huevo, yo no vivo para el otro.

-Pero supongo que una parte de tu ego podría hablar de una especie de lucro cesante: pudiste haber estado todo este tiempo y no quisiste. ¿Es así?

-Lo asombroso es que se empezó a hablar de una cifra y yo jodo, sí, pero es como si fuera lo único que importa, como si la autenticidad no existiera. La televisión argentina se abarató mucho, entregó los trapos muy rápido. He ganado más plata en otros momentos de la televisión.

A los 61 años, Mario Pergolini sabe que hay una generación que creció con sus programas de radio y de TV. Foto:Ariel GrinbergA los 61 años, Mario Pergolini sabe que hay una generación que creció con sus programas de radio y de TV. Foto:Ariel Grinberg

-¿Llevás 15 años sin tele?

-Sí, sin nada, nada.

-Llegás al reino de Santiago del Moro, de Nico Occhiato, y ellos hablan de vos.

-Creo que tiene que ver con lo que yo represento en el streaming argentino. Cuando empezamos no había ninguno. Para volver a la tele puse mis condiciones. Tenemos una linda escenografía, suena una banda en vivo que está buena, pedí buenos invitados y veremos si se justifica estar todos los días.

Vamos a probar dos meses, por poner un número. Si la tele quiere volver a ser la tele va a tener que dar dos pasos para atrás. No puede ser que todo sea saco, saco, saco en lugar de pongo, pongo, pongo. La tele no va a recuperar esa gloria, eso ya está listo tele, pero pongamos algo para ese público y para ver si podemos lograr lo que alguna vez logró Caiga. Había gente que decía: “Yo veo Caiga quien Caiga, no veo la tele, jajaja”.

-Julio Lagos me dijo que él inventó el streaming en 1997.

-Bueno, lo de Julio fue impresionante, sí. El strimeaba audio sin cámara y lo hacía muy bien. Lo admito y se lo he dicho. Un divino que marcó un antes y un después.

-¿Extrañás la radio sin cámara?

-No sé lo que es extrañar, no soy melancólico, no miro para atrás.

-Lanata se fue con sus medallas…

(Interrumpe) Y merecidas.

Mario Pergolini dice que no va a sacrificar lo que piensa por lo que sea la televisión. Foto: Ariel GrinbergMario Pergolini dice que no va a sacrificar lo que piensa por lo que sea la televisión. Foto: Ariel Grinberg

-¿Vos sentís el reconocimiento?

-Sí, lo re siento y tanto las pasiones como los odios que desperté creo que los merezco, porque soy eso. Entiendo que puedo o no ser digerible, pero me siento generador y parte. Con las nuevas generaciones me llevo súper bien, pero va de vuelta: me banco el odio que he creado. No he sido un tibio, no le hablé a todo el mundo. Caiga no le hablaba a todo el mundo. Hablarle a todo el mundo es algo que requiere mucho talento y también requiere ser muy complaciente. Yo no puedo ser eso, no me sale.

-¿Tenés miedo que te pase lo de Nico Repetto cuando volvió después de unos años?

-No, jajaja, no tengo miedo. Si pasado mañana cancelan esto porque se fue todo a la mierda, y bué, se ve que era el destino del año 2025.

-Dale, no te lo vas a tomar con ese cinismo…

-¡Sí, en serio! Es así, yo no me voy a adaptar, no voy a sacrificar parte de lo que pienso o como soy porque es la tele.

-¿Vos decís que te pueden bajar línea?

-No, pero bueno…

Redacción

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