Marta Fort está viviendo una etapa de transformación. A sus 21 años, la hija de Ricardo Fort dio el gran paso de mudarse sola y comenzar a construir su propio espacio. Lo hizo en un moderno departamento ubicado en Palermo, y desde sus redes sociales compartió cómo avanza la ambientación del lugar, reflejando no solo su estilo sino también el significado emocional que tiene esta mudanza.

En sus historias de Instagram, la hija del apodado «El Comandante» mostró dos imágenes que revelan sus prioridades. En la primera, se ve un tocadiscos Crosley con el disco Bad de Michael Jackson girando. “Obvio que lo primero que instalé fue un tocavinilos para poner el disco de MJ”, escribió, dejando en claro que la música es parte esencial de su vida cotidiana. También se ve el álbum I’ve tried everything but therapy de Teddy Swims, esperando su turno. El gesto musical no solo habla de sus gustos, sino también de su necesidad de crear una atmósfera íntima desde el primer día.

La segunda imagen muestra cómo va tomando forma el living. Marta agradeció a una empresa por la decoración, que incluye un sofá blanco de cinco cuerpos tapizado en tela Bouclé, almohadones nudo, una mesa baja negra con libros sobre Miami e Ibiza, y una mesa auxiliar blanca. Todo enmarcado por enormes ventanales que llenan el ambiente de luz natural. El estilo elegido combina lo minimalista con lo industrial, una tendencia que se impone entre las celebridades y que Marta adapta con elegancia.
Este nuevo capítulo comenzó a mediados de agosto, cuando Marta anunció que había firmado el contrato de su primer departamento. “Algo que quiero hace muchos años y que por fin lo pude hacer. No saben lo que significa para mí”, escribió en sus redes. En otra publicación, dejó entrever la carga emocional que implica este paso: “No pude evitar emocionarme entre la combinación de alegría y tristeza que me genera dejar ciertos temas atrás, pero que valen la pena”.
La mudanza marca el fin de una convivencia familiar en el piso de la calle Sucre, en Belgrano, que compartía con su hermano Felipe. “Martu está creciendo y lo más lindo es ver cómo van creciendo ella y Felipe, ante todo, siendo buenas personas”, expresó César Carroza, abogado de la familia, en diálogo con GENTE.
Desde la muerte de su padre en 2013 y la pérdida de Gustavo Martínez en 2022, Marta y Felipe atravesaron momentos de profunda transformación. Este nuevo hogar representa mucho más que una dirección postal: es el símbolo de una etapa donde la independencia, la madurez y los sueños propios son protagonistas.