
El escritor y periodista Martín Caparrós acaba de publicar su nueva novela, BUE (Random House), una obra que explora la complejidad de la ciudad contemporánea a través de un retrato polifónico y fragmentario de Buenos Aires.
En este libro, la capital argentina se convierte en un personaje más, una “sinfonía disfónica de personas, voces, situaciones e historias” que, según el propio autor, transmite la sensación de caos y vitalidad que define a la urbe.
La novela, que Caparrós ha estado gestando durante casi una década, se aleja de la narración lineal y convencional para ofrecer una estructura coral en la que se entrecruzan fragmentos breves, pasajes largos, prosa, poesía y episodios ensayísticos.
BUE tiene la particularidad de que nunca menciona explícitamente el nombre de Buenos Aires, refiriéndose siempre a “la Ciudad”, un espacio que funciona como ‘sinécdoque’ de Argentina y que, en palabras del autor, es “una máquina de tragar personas”. Caparrós organiza el caos urbano a través de múltiples voces que se cruzan, se refutan y se interceptan, otorgando centralidad a la ciudad y a sus sujetos históricos.
La experiencia vital de Caparrós, marcada por el exilio durante la dictadura argentina, su formación en París y su residencia en ciudades como Nueva York, Barcelona y Madrid, ha influido en su mirada sobre Buenos Aires. A pesar de su trayectoria internacional, la capital argentina ha permanecido como una referencia sentimental, política y cultural en su obra.

En BUE, la historia de una casa sirve como hilo conductor para rastrear las biografías de sus ocupantes, desde el primer inmigrante italiano hasta las generaciones posteriores, reflejando así la evolución de la ciudad y del país. La casa se convertirá así en una metáfora del país, un espacio que nunca puede recuperarse completamente y que se va deteriorando con el tiempo.
El azar, un tema recurrente en la obra de Caparrós, adquiere en esta novela un papel protagonista. Esta visión se traduce en una narrativa que busca captar la inabarcable complejidad urbana, una tarea que Caparrós considera casi imposible. Sin embargo, ese desafío ha sido precisamente el motor de su escritura, que combina una mirada amorosa y cruel, lúdica, desencantada e irónica sobre Buenos Aires.
La novela también aborda la transformación de las ciudades contemporáneas, que, según Caparrós, tienden a convertirse en decorados similares a los de Roma o Barcelona, dificultando la vida de sus habitantes.
Esta reflexión se extiende a la crítica del turismo masivo y a la búsqueda de soluciones imaginativas, como la tecnología de realidad virtual que Caparrós ideó en su novela Sinfín.
La trayectoria de Caparrós está marcada por una producción literaria y periodística prolífica, con cerca de cincuenta libros publicados y numerosos premios, entre ellos el Rey de España, el Ortega y Gasset y el Herralde de Novela.

Recientemente, la Universidad de Buenos Aires le ha concedido el doctorado ‘honoris causa’, y la legislatura municipal le ha reconocido como “ciudadano ilustre”. Más allá de todo esto, el autor ha confesado que lo que más satisfacción le produce es “terminar bien una frase”.
La enfermedad de ELA, que le fue diagnosticada en 2022, ha influido en su vida y en su obra reciente. Caparrós ha abordado esta experiencia en sus memorias Antes que nada y ha continuado reflexionando sobre la enfermedad en sus intervenciones públicas. A pesar de las limitaciones físicas, el escritor ha asegurado que sigue disfrutando de la escritura y que tiene varios proyectos inéditos en marcha.
La mirada de Caparrós sobre la política argentina y global también se refleja en sus declaraciones. En relación con la victoria de Javier Milei en las elecciones legislativas argentinas, el autor ha manifestado que “es un hombre cruel, no tengo explicaciones”.
La concepción de la literatura que defiende Caparrós se distancia de la narrativa tradicional y reivindica la búsqueda de nuevas formas. El autor ha lamentado que, tras los intentos de vanguardia del siglo XX, la escritura haya regresado a modelos del pasado.






