Martina Pereyra abandonó la casa más famosa del país y habló sobre el «shock» que vivió tras ser eliminada del reality show. Con total sinceridad, la exparticipante de Gran Hermano (Telefe) recordó sus inicios en el modelaje, explicó por qué vivió esos momentos con tanta inseguridad y también reveló qué motivó su decisión de estudiar una carrera universitaria alejada del mundo artístico.
Durante la entrevista con revista GENTE, la joven de 24 años se mostró auténtica y relajada. A lo largo de la charla, expresó sus esperanzas por continuar su camino en el mundo del modelaje y confesó que se encuentra abierta a cualquier posibilidad que el ambiente artístico le ofrezca.

Sus primeros días fuera de «Gran Hermano»
—¿Cómo estás después de estos días tan intensos? ¿Cómo te sentís?
—Me siento re bien. Estoy medio sin dormir, con toda la ansiedad y las ganas de ver todo, pero bien, como bajando la información.
—¿Qué fue lo que más te generó esa ansiedad?
—Querer ver todo: las redes, hablar con mis amigas, con mi familia… Saber qué opinan ellos. Porque dentro de la casa yo tenía otra perspectiva.
—¿Ya te metiste en las redes? ¿Estuviste viendo qué dice la gente sobre vos?
—Vi un poco Instagram, algunas cosas lindas que me mandaron, fotitos, pero no abrí todas las redes. TikTok, por ejemplo, no lo abrí todavía.

—¿Hasta ahora el balance es más positivo que negativo? ¿Te encontraste con hate?
—No, más positivo. Igual no entré a ver comentarios, sólo vi lo que me responde la gente en las historias. No entré a ver todo porque tampoco lo voy a hacer.
—¿Por qué decidís no hacerlo?
—No sé, me da cosa ver algún comentario malo. Prefiero ni verlo.
—¿Te preparaste para recibir críticas antes de entrar a Gran Hermano?
—No, no me preparé. O sea, sí me re interesa, me muero por buscar mi nombre en Twitter, pero no lo voy a hacer. Los que se tuvieron que preparar fueron mis papás. Mi papá, sobre todo, no quería que entre por miedo a leer algo feo sobre mí. Estaba muy preocupado. Pero ahora ya está más en plan de apoyarme, empezar una carrera de cero.
—¿Tus papás siempre te apoyaron en esto?
—Sí, en lo que es el modelaje y la tele, siempre. Me llevaban a todos los castings cuando era chica.

Sus inicios en el mundo del modelaje
—¿Cuándo empezaste con los castings? ¿Te acordás?
—Más o menos a los 15. Después hice un curso de modelaje.
—¿Ya te gustaba de chica o fue algo que se fue dando?
—Sí, ya me gustaba. Mis hermanas también se dedicaban a eso. Entonces mis papás ya conocían la movida.
—Claro, ya venían con experiencia.
—Sí, exacto. Pero algo con tanta exposición como Gran Hermano, nunca. Por eso les costó un poco más decirme “te vamos a apoyar”.
—¿Cómo recordás esos primeros castings?
—Horribles.
—¿Por qué?
—Porque no sabía qué hacer. Me hubiese gustado hacer primero el curso y después lanzarme. Al principio era muy tímida, me paraba frente a la cámara y me moría. Pero cuando hice el curso me ayudó un montón.

—¿Qué fue lo que más te ayudó del curso de modelaje?
—Los consejos de las profesoras y el entrenamiento. Todos los fines de semana viajaba a Capital para hacerlo. Estaba buenísimo.
—¿Después del curso seguiste haciendo castings? ¿O frenaste con eso?
—Seguí. Hice campañas, fotos, pasarela… Pero después empecé a estudiar, terminé el colegio y la carrera me consumía mucho tiempo. La quería terminar sí o sí.
—¿No hubo una parte de vos que pensó: “Ya estoy metida en el modelaje, no necesito estudiar”?
—Sí, pero mis papás siempre me dijeron que estudie algo, por si lo otro no surge. Me bancaban en todo, pero querían que tenga un plan B.

La carrera que Martina Pereyra eligió como «plan b»
—¿Estudiaste para ser contadora?
—Sí.
—¿Y cómo llegaste a elegir esa carrera? No parece muy relacionada con lo anterior.
—Fue lo único que me gustaba del colegio. Hice un test vocacional y me salió contadora. Ni idea.
—¿Te gustó cuando empezaste la facultad o te costó?
—Me costó. Al principio ya no quería más. Quería estar todo el tiempo en Capital, venía para los castings, para las fotos. Pero cuando arranqué segundo, dije “lo voy a terminar”. Dejé un poco de lado el modelaje y me metí de lleno a estudiar.
—¿Y llegaste a trabajar de contadora?
—Sí, trabajé en una empresa. Y no me gustó nada.

—¿Qué sentiste? ¿Por qué no te gustó?
—Trabajaba desde casa, me sentaba frente a la compu y pensaba que tenía que hacer algo más con mi vida. No me veía en eso. Renuncié. Probé con otro trabajo y tampoco… Hasta que me di cuenta de que el problema no era el trabajo, era que yo no quería eso.
—¿Y ahí fue cuando te anotaste en Gran Hermano?
—Sí.
—¿Qué dijo tu familia cuando entraste? ¿Tu papá y tu mamá?
—Mi mamá y mis hermanas recontentas. Mi papá dudó mucho, pero igual me llevó a todos los castings. Después me enteré de que fue a todas las tribunas también, así que re bien.
—¿Te imaginás volviendo a trabajar como contadora?
—No, ni en pedo. Por ahora no. Igual el título está ahí, por las dudas.

—¿Te arrepentís de haber estudiado eso? ¿Pensás que hubieras elegido otra carrera?
—No, porque me ayudó a crecer. Me hice amigas muy cercanas, conocí un montón de gente. Fueron cinco años que la pasé super bien. No me arrepiento.
Cómo será la vida de Martina Pereyra tras salir del reality show
—¿Y ahora qué te gustaría hacer?
—La verdad, todavía estoy cayendo, no me puse a pensar. Pero estoy abierta a lo que venga.
—¿Ya empezaste con las acciones en Instagram y canjes?
—No, apenas usé un poco el celu para ver alguna foto, pero no me puse de lleno todavía.

—¿Y vas a volver a La Plata o querés quedarte en la ciudad de Buenos Aires?
—Sí, voy a ir a La Plata a ver a mi familia y amigos. Pero todavía no sé si me voy a instalar acá. Antes de quedar en los castings ya quería venir a vivir a Capital porque las oficinas donde trabajaba estaban acá.
—¿Y ahora no tenés ningún plan definido?
—No, ojalá pueda venir a vivir a Capital, pero tengo que ver bien.
«Me shockeó»: su primera impresión tras salir de Gran Hermano
—Estuviste cuatro meses en la casa. ¿Sentís algo raro ahora al salir? Muchos dicen que les cuesta lo cotidiano, como cruzar la calle.
—El primer día que salí, cuando me subí al auto para ir al estudio, estaba mirando todo por la ventana. El que estaba al lado mío se reía, yo estaba como impactada. Después ver tanta gente gritando en el estudio fue lo que más me shockeó.
—¿Te imaginaste tener tanto apoyo?
—No, yo pensé que ni llegaba a las fiestas. Entramos el 2 de diciembre y pasamos las fiestas ahí. Pensé que me iba antes.

—¿Por qué tenías tan poca fe?
—Porque no soy de pelear ni de gritar. Vi otros Gran Hermano donde eso funcionaba. Yo soy cero así, y no sabía si eso iba a funcionar. Pero me sorprendí.
—¿Qué creés que te hizo durar tanto tiempo en la casa?
—Creo que ser yo misma, genuina, sin inventar nada.
—¿Hacías esfuerzo por mantenerte así?
—No, desde que entré fui yo. Intenté jugar a mi manera, pero no hice ningún personaje.
—¿Y ahora? ¿Todo por descubrir?
—Sí. Mi intención siempre fue entrarle de lleno al modelaje y ver qué pasa ahí, pero tengo las puertas abiertas.
Fotos: Chris Beliera.