El 35,6% de los educadores sociales afirman que han dejado su trabajo en entidades del tercer sector social para incorporarse a una administración, en los últimos tres años. Este es uno de los datos destacados del informe del estado de la Educación Social en Catalunya del 2023, que ha hecho público esta tarde el Col.legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya (CEESC) en base al resultado de 1.121 encuestas a profesionales. El principal motivo que aluden los entrevistados que se han pasado al sector público es, en el 19,12% de las respuestas, los salarios bajos.
De hecho, al ser preguntados por los temas que más les preocupan, el primero es los sueldos bajos, seguido de la precariedad laboral y de la falta de valoración y reconocimiento profesional.
El perfil del educador social es el de una mujer joven, de entre 26 y 35 años de edad, que trabaja en Barcelona, con hasta una década de experiencia en este ámbito y especializada en infancia y adolescencia. En concreto, el 79,39% son mujeres. Los hombres siguen ganando más pero la brecha salarial se ha reducido del 14,5% al 5,5% del 2020 al 2023.
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La encuesta del CEESC refleja las situaciones de acoso y violencia en el trabajo que han sufrido casi el 30% de los encuestados, lo que aconseja a “implementar protocolos efectivos” contra estos comportamientos en los centros de trabajo.