La especialista Vonda Wright, de 58 años, lleva más de dos décadas investigando el envejecimiento saludable. Su fórmula combina una dieta alta en proteínas, alimentos fermentados y movimiento constante.

Imagen creada por Chat GPT
Redacción El País
Con más de veinte años de trayectoria en la investigación del envejecimiento musculoesquelético, la médica estadounidense Vonda Wright, conocida como “la doctora de la longevidad”, dedicó buena parte de su carrera a demostrar que cumplir años no es sinónimo de deterioro. Trabajó en la Universidad de Pittsburgh y estudió a poblaciones activas, como los atletas de los National Senior Games, con el propósito de derribar prejuicios en torno al paso del tiempo.
Su dieta diaria
A los 58 años, Wright reveló qué come para sostener un estilo de vida sano. El eje central está en alcanzar unos 130 gramos de proteínas por día, lo que le permite conservar masa muscular. En su plato no faltan verduras de hoja verde —como espinaca o kale—, lácteos, huevos y carnes. Incluso desayuna ensaladas con col rizada.
Si bien prefiere evitar los carbohidratos simples, cada dos semanas hornea su propio pan de masa madre, lo congela y lo consume de a poco, destacando que la fermentación lo hace más nutritivo y de menor índice glucémico.
En cambio, el azúcar lo deja de lado: asegura que cuando lo incorpora, percibe inflamación y fatiga mental. Su enfoque está en sostener una alimentación “limpia” y antiinflamatoria, que beneficie tanto al cuerpo como al cerebro.

Consejos prácticos para moverse más
Además de la alimentación, Wright insiste en que el movimiento cotidiano es clave para prevenir enfermedades. En su blog difundió cinco estrategias sencillas:
- Caminar a paso ligero: sumar cuadras en los trayectos habituales, ya sea al trabajo, al auto o dentro de la oficina.
- Aprovechar pasos extra: elegir escaleras, jugar con los hijos o incluso usar un contador de pasos como incentivo.
- Ejercitar en la oficina: recomienda usar pelotas de estabilidad en lugar de sillas o hacer sentadillas apoyados en la pared mientras se habla por teléfono.
- Respirar profundo cada hora: dos inhalaciones largas y sostenidas ayudan a dilatar los vasos y cuidar la salud cardiovascular.
- No quedarse quieto frente a la tele: mirar series desde una bicicleta fija o levantarse en cada tanda publicitaria para moverse.
Una filosofía de vida
Para Wright, la longevidad saludable no depende de fórmulas complicadas, sino de hábitos sostenidos: comer con consciencia, privilegiar alimentos que nutran de verdad y mantenerse en movimiento en todo momento. Su objetivo, como repite desde hace más de dos décadas, es cambiar la manera en que envejecemos.
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