En una demostración de fuerza y unidad, la Confederación General del Trabajo (CGT) encabezó una multitudinaria movilización en la Ciudad de Buenos Aires, acompañada por diversas organizaciones gremiales, sociales y políticas. La marcha se realizó en la antesala del Día del Trabajador y tuvo como eje central el rechazo a las políticas económicas del gobierno de Javier Milei, así como la exigencia de reabrir las paritarias.
Desde temprano, columnas gremiales colmaron la Avenida Independencia, donde se escuchaban las palabras del Papa Francisco a través de altavoces. Su mensaje —“el trabajo es sagrado”— fue tomado como consigna por las y los trabajadores, que identifican su lucha no solo desde lo sindical, sino también desde una visión ética y social. Además, su imagen estuvo presente en afiches y en las oraciones dirigidas por los curas villeros Lorenzo de Vedia y Gastón Colombres, quienes leyeron un texto en su homenaje.
El punto de encuentro fue la intersección de Independencia y Perú, aunque la enorme cantidad de manifestantes hizo que las columnas se extendieran hasta San José. Participaron gremios pertenecientes a la CGT, a las dos CTA, a la UTEP, así como organizaciones sociales como Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa. También se sumaron agrupaciones de jubilados y el Movimiento Derecho al Futuro, impulsado por el gobernador Axel Kicillof.
Entre los gremios presentes se destacaron UPCN, Camioneros, UOCRA, Sadop, Suterh, ferroviarios, aeronáuticos, trabajadores del cuero, judiciales y de obras sanitarias, entre otros. En algunos casos, se vivieron momentos de tensión, como con los sindicatos de camioneros y la construcción, cuyas columnas fueron retenidas por la Policía Federal al intentar cruzar la Avenida 9 de Julio. Según testimonios, los efectivos alegaron que esa arteria pertenecía a jurisdicción nacional, lo que fue interpretado como una provocación. Finalmente, lograron avanzar sin que se produjeran incidentes.
El documento que la CGT difundió en la jornada advertía sobre el fuerte deterioro social que generan las políticas de ajuste. “No hay diálogo, y mientras tanto las y los trabajadores sufren una pérdida constante de poder adquisitivo, mientras los sectores financieros se enriquecen desmedidamente”, expresó el texto, que también denunciaba el debilitamiento del federalismo y el abandono de las economías regionales.
La jornada concluyó con una reunión entre la dirigencia sindical y el gobernador Axel Kicillof en la sede de la CGT. Allí, Kicillof advirtió sobre las graves consecuencias que las políticas del gobierno nacional están provocando en la producción y el empleo de la provincia de Buenos Aires. El mandatario afirmó que el “punto de partida para frenar este rumbo” es el movimiento obrero. Además, el encuentro sirvió para coordinar el acto que el gobernador realizará el 24 de mayo en La Plata, donde se lanzará oficialmente el Movimiento Derecho al Futuro.