Matías Iriarte es uno de los nombres propios del entretenimiento marplatense. Al frente de un gigante como Mute y con el éxito de su gin Restinga, es uno de los referentes indiscutidos de la movida local.
En una entrevista en el programa de streaming Mesa Chica, de LA CAPITAL y Canal 8, Iriarte analizó el presente del turismo en la ciudad, el crecimiento exponencial de Mute, los proyectos a futuro y los desafíos pendientes para consolidar a Mar del Plata como un polo de atracción de nivel mundial.
Iriarte destacó la resiliencia del sector turístico marplatense, que ha sabido mantener su propuesta de valor a pesar de los vaivenes económicos. “Mar del Plata, por suerte, hace muchos años que viene haciendo las cosas muy bien”.
n este nuevo escenario, donde la gente debe elegir cuidadosamente dónde gastar su dinero, la ciudad se ha posicionado como un destino de calidad. “La propuesta de calidad no le gana al precio”.
Según Iriarte, esto se vio reflejado en la última temporada, cuando “los jóvenes eligieron Mar del Plata”. La razón es clara: “No vienen por si es más barato o más caro, vienen porque hay propuestas“. En ese sentido, el rubro del entretenimiento en la ciudad dijo “está muy bien, hay propuestas enormes”.
Y resaltó: “Mar del Plata, en entretenimiento, le compite a cualquier destino del mundo”
Mute nació como un proyecto más pequeño y hoy se ha convertido en un “referente” a nivel internacional. Iriarte subrayó la singularidad del lugar: “No hay muchos lugares en el mundo que puedan bailar 20.000 personas y miren el amanecer”. Esta postal única, combinada con la pasión del público argentino, ha logrado que los artistas de renombre mundial quieran venir a tocar a Mar del Plata.
“Hoy se volvió un poco un referente”, comentó Iriarte, y explicó que en el calendario internacional de la música electrónica, la ciudad se ganó un lugar protagónico: “Hoy Mar de Plata en enero es como que copamos el calendario internacional“.
Los artistas valoran la energía del público local, una “pasión Argentina que no la encuentra en ningún lugar del mundo”. Esta popularidad genera situaciones insólitas, como la llegada de “aviones privados” con grupos de amigos que viajan exclusivamente para ver un show.
Incluso, el año pasado “el aeropuerto de Mar del Plata se llenó y tenían que aterrizar en Villa Gesell y venirse en una combi”, reseñó.
El público de Mute también ha evolucionado. Iriarte admitió que el promedio de edad “debe ser 35 ó 40 años”, lo que demuestra que el espectáculo atrae a personas de todas las edades. “Hay mucha gente de mi edad ya”, afirmó el empresario de 49 años, quien se siente mucho más joven.
Más allá del entretenimiento, Iriarte incursionó en el mundo de los destilados con Gin Restinga, un proyecto que le da “una satisfacción enorme”. El proyecto nació tras un viaje a Inglaterra, donde visitó la fábrica del gin Beefeater, y ahí supo que “esto es lo que tenemos que hacer”.
Restinga, un gin que ha ganado premios, se destaca por su materia prima de calidad y un proceso de producción que se centra en un ingrediente fundamental: “El enebro, que es lo que lo distingue de otra bebida”.
Iriarte explicó que el nombre “London Dry” es una categoría dentro del gin seco y no hace referencia al origen. La marca ya está explorando nuevos horizontes, como el desarrollo de un vermú en conjunto con Bodegas López y Luis Wines.
A pesar del buen momento, Iriarte consideró que la ciudad necesita mejorar en algunos aspectos para consolidarse a nivel global. El principal desafío es la conectividad. “Mar del Plata necesita tener más conexión”. La falta de vuelos directos con otras ciudades del país e internacionales aísla a la ciudad del resto del mercado turístico. “Si no logramos ese medio de transporte (…) va a ser muy difícil salir de tener el público de la provincia de Buenos Aires”.