Una madre de 29 años fue acusada en de asesinato por haber matado salvajemente con un cable a su hijo de 14 años porque no había terminado sus deberes. En el cuerpo del menor hallaron al menos 1.172 heridas.
El Tribunal Superior del condado de King, en el estado de Washington, recibió los documentos de acusación en el caso que estremece a todo Estados Unidos por el nivel de crueldad.
Denaya J. Young, de 29 años, había asesinado a su hijo Jemiere Da’metrius James Robinson el último martes 30 de enero, y en el cuerpo de la víctima detectaron más de mil golpes, incluso 74 en el rostro y la cabeza, detallan medios locales.
Los forenses determinaron que el chico recibió tantas lesiones que sufrió un síndrome de respuesta inflamatoria repentina, que provoca que la sangre se dirija a tantas partes del cuerpo que no puede abastecer al corazón.
El dato estremecedor es que la mujer habría estado golpeando al menor durante tres horas hasta que este dejó de respirar, difunde The Seattle Times.
«Perdí la cuenta»: la confesión de madre asesina
Según se supo, el joven vivía junto a su mamá desde agosto último, luego de ella no lo devolviera a su hermana, la tutora legal.
El fiscal de la causa señaló que el menor estuvo pidiendo ayuda mientras su padrastro, su hermano de 5 meses y sus hermanas de 4 y 6 años estaban en casa.
Denaya J. Young acusada de matar a su hijo de 14 años a golpes por no hacer su tarea en Estados Unidos. Los agentes de Policía de Seattle y los médicos del Departamento de Bomberos asistieron a la casa después de que Young llamara al 911 y le contara que había estado azotando a Robinson con un cable de tipo alargue cuando él dejó de responder, según los cargos.
Los médicos lo llevaron al Centro Médico Harborview, donde murió poco después de llegar, según la declaración jurada.
La propia Young sería quien llamó a emergencias cinco minutos después de que su hijo se desplomara y dejara de moverse.
«Fui yo», confesó cuando los agentes llegaron al domicilio. «Dejé que la ira se apoderara de mí con el cable», amplió a modo de justificación y otra frase sobre su ataque de ira fue lapidaria: «Perdí la cuenta», dijo sobre la cantidad de golpes que le propinó al chico.
«Debería haberlo escuchado, porque él seguía diciendo ‘estoy mareado, estoy mareado’. Pero yo seguía pidiéndole que se levantara, admitió la agresora.
Agresiones previas, fianza y audiencia
Por otro lado, los especialistas encontraron entre 10 y 20 lesiones que parecían ser anteriores al ataque del 30 de enero.
La dolorosa imagen de Jemiere Da’metrius James Robinson: tenía solo 14 años.El padrastro del adolescente afirmó haber visto a su pareja perseguir a su hijo por toda la casa, y golpearlo en repetidas ocasiones.
De todos modos, reconoció que prefirió´no intervenir porque consideró que la «mejor opción es ocuparse de sus propios asuntos».
En la actualidad, Young se encuentra en la cárcel del condado bajo una fianza de 3 millones de dólares.
Su próxima audiencia judicial está fijada para el 13 de febrero.
