Este viernes, Mauro Icardi volvió a pisar una cancha de fútbol para un partido oficial después de nueve meses de inactividad. El delantero del Galatasaray de Turquía, que estuvo fuera por una prolongada recuperación de una operación, no solo regresó a la competencia, sino que lo hizo de la mejor manera: anotando un gol y recibiendo el cariño de la hinchada.

El momento fue especial por más de un motivo. Tras el encuentro, Icardi habló ante la prensa y reveló un detalle cargado de significado: la cinta de capitán que lució durante el partido tenía grabados los nombres de sus hijas, Francesca e Isabella, y de Eugenia “La China” Suárez, su actual pareja. “Tengo una cinta muy especial. Tengo el nombre de mis hijas y de mi pareja, que es la que me acompañó todo este tiempo fuera del campo, desde el día de la operación hasta hoy”, comenzó relatando.
En sus palabras, el jugador dejó claro que el apoyo de la actriz fue determinante para atravesar los meses más duros. “Fue la que estuvo a mi lado, la que me ayudó en cada momento difícil, en los momentos en los que tenía dolor, cuando no podía caminar. Hicimos esta cinta especial para ellas”, explicó, visiblemente emocionado.

La referencia directa a La China Suárez no pasó desapercibida, ya que, en otros tiempos, Icardi solía destacar públicamente a su ex esposa, Wanda Nara, en este tipo de dedicatorias. El gesto confirma que la relación con la actriz, con quien fue vinculado sentimentalmente en medio de una gran repercusión mediática, atraviesa un momento sólido.
Pero en medio de la euforia por su regreso, Icardi no olvidó a Francesca e Isabella, sus hijas fruto de su matrimonio con la empresaria. Actualmente, las niñas se encuentran en Argentina junto a su madre -o al entorno de esta cuando viaja por trabajo-, por lo que la distancia física no impide que el delantero las tenga siempre presentes. “Esta cinta es para ellas, porque son mi motor”, remarcó en ese sentido tras el partido.

El regreso de Icardi también marca un punto de inflexión en su carrera. Nueve meses sin jugar a nivel profesional pueden ser un desafío enorme para cualquier deportista, más aún en una liga exigente como la turca. Sin embargo, el delantero demostró que su capacidad goleadora sigue intacta, contribuyendo a la victoria de su equipo y reafirmando su liderazgo dentro del vestuario.
En las redes sociales, sus fanáticos celebraron el gol y el mensaje emotivo. Muchos destacaron no solo la calidad futbolística de Icardi, sino también su apertura para compartir un momento tan personal y familiar en un contexto deportivo.
Así, entre aplausos, goles y dedicatorias cargadas de afecto, Mauro Icardi volvió a escribir una página importante en su historia, dentro y fuera de la cancha. Y lo hizo con un mensaje claro: su corazón y su motivación están divididos entre el amor de pareja y el de padre, siempre presente, aunque sea a kilómetros de distancia.