«Me chupa un huevo», la cruda respuesta de Marcelo Gallardo frente al exabrupto de dos periodistas partidarios que River decidió expulsar del club

No fueron fáciles los últimos días de Marcelo Gallardo. El flojo nivel del equipo provocó algunas críticas entre los hinchas de River. También existieron faltas de respeto de algunos periodistas, a quienes les retiraron las acreditaciones para cubrir el día a día del club de Núñez. El Muñeco no había hablado de los cuestionamientos en la conferencia de prensa posterior al empate 1-1 contra Talleres en el Monumental. Incluso dijo que estuvo a nada de suspender el encuentro con la prensa. Y este viernes en La Plata, tras el contundente 3-0 a Gimnasia, el entrenador disparó con todo.

«Convivo muy bien con las críticas porque sé que son las reglas del juego. He pasado por muchas circunstancias a lo largo de mi carrera. Soy una persona privilegiada porque el fútbol me ha dado un montón de cosas buenas. Lo más importante es el afecto y el amor de los hinchas, el respeto de mis jugadores y de las personas del fútbol. También de los periodistas. No me molesta ni me confunde cuando me elogian y tampoco cuando me critican. El fútbol me ha dado más amor que la crítica dañina que genera un odio. Eso lo dejo, no lo tomo. Me resbala, por no decir que me chupa un huevo», lanzó Gallardo en la última pregunta de la conferencia en referencia al exabrupto de dos periodistas partidarios que River decidió expulsar del club.

Se le notó otro semblante al Muñeco, justo en la semana que culmina con el Superclásico contra Boca en el Monumental. «Nosotros jugamos Copa esta semana», dijo con algo de ironía el DT. Y siguió: «No podemos desviar la mirada. Sabemos que van a ser días de suma importancia. Iniciamos bien acá y esperamos hacer un buen partido en Quito para después pensar en Boca».

«Facundo, ¿estás bien?», le preguntó Marcelo Gallardo a Colidio al promediar el segundo tiempo, cuando el duelo ya estaba 2-0. «Sí, sí», contestó el delantero. «Entonces seguí corriendo», le replicó el DT con firmeza.

Y eso fue lo que recuperó River en La Plata: la ambición. En el ADN de los equipos históricos de Gallardo siempre estuvo el ser implacable con los rivales. El dato sirve para graficar: los de Núñez marcaron tres goles en un juego por primera vez en el año. La última vez había sido un 4-0 a Rosario Central en el Monumental el 8 de diciembre del año pasado.

A toda la segunda etapa del Muñeco le está faltando mayor contundencia: le cuesta arrollar a los rivales. En el primer ciclo del DT, River marcó 3 o más goles en 104 de los 425 que disputó; es decir, un 24,5%. Los números son distintos en este segundo período: anotó 3 o más tantos en 6 de los 42 encuentros que dirigió; el promedio cae al 14%.

«Hicimos un partido en donde pegamos y fuimos contundentes, que era lo que nos estaba faltando. El análisis antes se quedaba en que casi nada de lo que hacíamos era bueno y yo decía lo contrario. Nos faltaba redondear en algún partido para que aparezca lo bueno que sentía internamente. Esto viene bien para arrancar una semana linda de competencia», contó Gallardo. Y amplió: «Hace una semana hablaba de que había cosas buenas, pero no teníamos contundencia. Tal vez ahora van a pensar que hicimos un partido redondo y no. Veníamos teniendo juegos parecidos. Esto es bueno para los futbolistas. Hubo buenas cosas y el arco se abrió. El funcionamiento ideal es jugar bien y ganar».

Por último, el Muñeco habló de la lesión de Miguel Borja y lo descartó para el clásico. «Tuvo que salir con una molestia en el aductor. Mañana le harán estudios y tendremos el diagnóstico. Aunque sea mínima la lesión, va a tener una semana para recuperarse», avisó.