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viernes, abril 18, 2025

Médicos que revisaron a Diego Armando Maradona sostuvieron que no hacía falta operarlo del hematoma subdural

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Por Gabriel Di Nicola, La Nación/GDA
La décima audiencia por el juicio donde se debaten las circunstancias que rodearon la muerte de Diego Armando Maradona fue un duro golpe para el neurocirujano Leopoldo Luque, uno de lo siete imputados de homicidio simple con dolo eventual.

Médicos del Sanatorio Ipensa de La Plata, que a principios de noviembre de 2020, evaluaron al astro mundial del fútbol, sostuvieron bajo juramento de decir la verdad que entendían que no era necesario operarlo de un hematoma subdural en la cabeza que se detectó después de que se le practicó una tomografía computada.

Pero, según explicaron los testigos ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, a cargo del debate, Luque expuso que era necesario una intervención quirúrgica y decidió trasladarlo a otro centro de salud. Finalmente, Maradona fue operado del hematoma subdural el 3 de noviembre de 2020 en la Clínica Olivos, en Vicente López.

“No veía una urgencia para la evacuación del hematoma”, afirmó ante los jueces Verónica Di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach el neurocirujano Guillermo Burry, quien se desempeña como jefe de neurología del Sanatorio Ipensa.

El especialista afirmó: “No había una urgencia para hacer una evacuación del hematoma”. Pero Luque, según el testigo, interpretó que sí había una urgencia, de acuerdo con un diálogo que tuvieron tras analizar los resultados de los exámenes.

Diego Maradona
Diego Maradona

Foto: Archivo

«No había necesidad de una intervención»

Y ante una pregunta del abogado Pablo Jurado, letrado que representa a Rita, Ana y Claudia Maradona, tres de las hermanas del Diez, sobre las consecuencias que tenía operar a un paciente con las características de Diego cuando no había necesidad de una intervención, Burry explicó: “Por los comentarios de mis colegas, era un paciente con otras comorbilidades. Yo sugería que se compensen esos otros problemas de salud. Un mal manejo del postoperatorio complica la evolución del paciente”.

Según el especialista, Luque sostuvo que se trataba de un hematoma grande y que había que evacuarlo. “Yo le decía que no era el momento oportuno”, recordó Burry.

La audiencia había comenzado con la declaración del médico traumatólogo Flavio Tunessi, quien además de trabajar en el Sanatorio Ipensa es uno de los facultativos del plantel profesional de Gimnasia y Esgrima La Plata, donde en setiembre de 2019 conoció a Maradona, cuando el Diez fue presentado como DT del equipo platense.

Tras la asunción de Maradona como técnico, Tunessi conoció a Luque. “Cuando Diego llega a Gimnasia, me pasan el contacto de Luque, como el encargado de la parte médica. El presidente del club [en ese momento Gabriel Pellegrino] me dijo que si pasaba algo tenía que hablar con ‘tal persona’ y me pasa el contacto de Luque”, recordó el testigo ante las primeras preguntas del fiscal Cosme Iribarren, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro a cargo de la acusación pública.

Parte de los profesionales de la salud que atendieron a Maradona en sus últimos días y que están acusados de su muerte.
Parte de los profesionales de la salud que atendieron a Maradona en sus últimos días y que están acusados de su muerte.

Foto: AFP

«Lo vi desmejorado»

Tunessi habló de que Diego, en setiembre de 2020, tenía molestias en las rodillas. Entonces Luque lo consultó si le podían hacer unos estudios en Ipensa.

Entonces a Maradona lo llevaron al sanatorio donde le hicieron un análisis de sangre, estudios cardiológicos y radiografías de las dos rodillas. Recordó que “el paciente se mostró colaborativo”.

El médico del plantel de Gimnasia y Esgrima contó detalles del día que, después de las restricciones por la pandemia de Covid-19, volvió a jugarse el torneo profesional de fútbol.

El 30 de octubre de 2020, el día del cumpleaños 60 de Maradona, el equipo dirigido por el Diez jugó de local. Todo el mundo vio a Diego desmejorado.

“Lo vi muy desmejorado. Adelgazado, muy caído. No era él”, recordó el testigo bajo juramento de decir la verdad. Cuando Tunessi ya estaba en el banco de suplentes y después de que Maradona “soplara” las velitas de una torta que le habían preparado, el médico vio a Maradona caminar hacia el sector de uno de los corners, donde había una ambulancia.

“¿Diego, necesitas algo?”, le preguntó Tunessi. “No, no estoy bien, me voy”, respondió el astro mundial del fútbol y se fue.

En el estadio habían estado presentes para un homenaje el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, y el conductor de TV y por ese tiempo presidente de la Superliga, Marcelo Tinelli.

Según recordó el testigo, pocas horas después Pellegrino se comunicó con él y le comentó lo que todos habían visto. “Me dijo que Tapia y Tinelli no lo habían visto bien”, dijo Tunessi.

Después habló con Luque. El médico le preguntó si lo podían internar. “No tengo problema”, le respondió. El lunes 2 de noviembre de 2020 a Maradona lo llevaron a Ipensa para hacerles unos estudios.

Tunessi recordó que, a partir del resultado de la tomografía computada, surgió que Maradona tenía un hematoma subdural, pero que los médicos especialistas del sanatorio sostenían que no era una el desencadenante del cuadro que presentaba el paciente y que aconsejaban esperar para ver la evolución. Él se comunicó con Luque y el médico del Diez le dijo que se dirigía hacia el sanatorio.

Fernando Burlando con Dalma y Gianinna Maradona
Fernando Burlando con Dalma y Gianinna Maradona

Foto:Ricardo Pristupluk/La Nación/GDA

Cuando llegó Luque hubo una reunión y le presentaron el cuadro. Los especialistas de Ipensa le dijeron que para ellos no era para una intervención quirúrgica, pero el neurocirujano les explicó que para él sí era para operar.

Le comunicaron que no lo iba a poder operar en Ipensa porque la decisión de los especialistas era no intervenirlo quirúrgicamente. “Quedate tranquilo, gracias por el apoyo. Lo voy a trasladar a Buenos Aires”, respondió Luque, según recordó el testigo. Poco después, Diego fue trasladado a la Clínica Olivos.

El segundo testigo de la jornada fue el médico clínico Marcos Correa, también del Sanatorio Ipensa. Después de contar detalles de cómo lo vio a Maradona y ante una pregunta de quién tomó la decisión trasladar a Diego, el facultativo respondió: “Todo me hace pensar que Luque, no había familiares. El paciente tenía confianza en lo que le decía Luque, él fue quien habló con Maradona y le dijo que para él había que operarlo”.

Después declaró como testigo Martín Cesarini, médico especializado en neurología. “Clínicamente no demostraba un déficit que ameritada una intervención. Se debatió al respecto [entre los especialistas de Ipensa] y se planteó que no era de una situación de emergencia quirúrgica”.

“¿Usted está convencido de que no era de una urgencia quirúrgica?“, le preguntó el fiscal Iribarren. “Sí”, respondió sin dudar.

La décima audiencia se cerró con la declaración testimonial de Oscar Franco, médico cardiólogo de Ipensa, quien le hizo una serie de estudios a Maradona en setiembre de 2020.

Luque le comentó que el paciente era hipertenso y que tomaba medicación para controlar ese factor de riesgo. Él le preguntó que era lo que buscaban, porque se podían hacer estudios específicos para ciertas patologías coronarias, sobre todo en ciertos pacientes con signos o síntomas de insuficiencia cardíaca. Pero Luque, según el testigo, le respondió que en ese momento no iban a hacer los estudios que le sugería “porque el mismo paciente no toleraba estar en una institución con médicos”.

Diego Armando Maradona. Foto: EFE.
Diego Armando Maradona.

Foto: EFE.

¿Qué se busca con esos estudios complementarios?, le preguntó el fiscal Iribarren. El médico cardiológico respondió: “Alguna patología subyacente”.

“¿Esos estudios podrían haber funcionado como forma preventiva?», inquirió el representante del Ministerio Público Fiscal. “Sí, podría ser de ayuda informativa y para arribar a algún diagnóstico y evaluar el riesgo potencial”, sostuvo el testigo.

“¿Los estudios que le hicieron (ecocardiograma, doppler carotídeo y un electrocardiograma) son concluyentes para saber si tenía problemas cardíacos?“, le preguntaron al cardiólogo. La respuesta fue que no eran concluyentes. Él sugería estudios de otra complejidad.

El abogado Julio Rivas, uno de los letrados defensores de Luque, le preguntó si con los estudios realizados se detectó alguna patología cardíaca. “No”, respondió el testigo y dijo que se necesitaba una evaluación más amplia.

Una de las últimas preguntas fue hecha por el abogado Agustín Varela, quien junto con su colega Nicolás D’Albora defiende a Nancy Forlini, coordinadora médica de Swiss Medical, otras de las acusadas. “¿Con los estudios practicados se puede detectar una miocardiopatía dilatada?“, consultó el letrado. ”Sí“, fue la respuesta del médico.

El juicio continuará el martes próximo con más testigos.

Redacción

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