Han transcurrido más de 20 años desde que en el 2003 el Ayuntamiento, presidido entonces por el socialista Joan Clos, comenzara a plantearse seriamente la transformación de la plaza de las Glòries, ese espacio de confluencia de grandes avenidas (Diagonal, Gran Via, Meridiana) concebido sobre el plano por Ildefons Cerdà como el centro de la moderna Barcelona sin murallas, pero condenado casi durante una eternidad a ser un maldito no lugar . Y eso a pesar de que ostenta el pomposo nombre desde el 19 de diciembre de 1863, fecha en que el Ayuntamiento de la época acordó incluir en el nomenclátor un recuerdo a “las glorias cívicas y militares de Catalunya”
Ayer, la plaza de las Glòries Catalanes, una plaza que en un siglo y medio de historia no ha tenido vecinos domiciliados en ella, en realidad un parque, como prefiere denominarlo la arquitecta jefa municipal, Maria Buhigas, dio un paso decisivo en la búsqueda de su nueva identidad al abrir otras 4,3 hectáreas de espacio público (incluidos 9.000 m2de vegetación) que se suman a otras piezas del puzle, como la exitosa Clariana inaugurada hace cinco años, hasta completar un total de nueve hectáreas reurbanizadas y puestas a disposición del ciudadano.

El área de juegos infantiles con sus primeros ‘conejillos de Indias’
Llibert Teixido
Quienes recuerdan el tambor viario estrenado en 1991 en vísperas de los Juegos Olímpicos y derribado por el alcalde Xavier Trias en el 2014, o incluso el anterior Scalextric, que desde los años sesenta del siglo pasado hizo de las Glòries una vía de paso fugaz, han de agudizar la memoria para rememorar aquellos tiempos en los que este territorio estaba consagrado al vehículo privado, el mismo que desde la apertura a finales del 2021 de los túneles viarios quedó oculto bajo tierra.

El desaparecido anillo viario en una imagen tomada en 1995
Mané Espinosa/Archivo

Estreno del primer paso elevado en 1961
Jesús Fráiz Ordóñez/http://labarcelonadeantes.com/)
Ayer, a pesar de una lluvia intermitente, centenares de barceloneses –prácticamente ningún turista, por ahora– se lanzaron a la conquista del nuevo parque aprovechando la fiesta programada por un Ayuntamiento que en estas dos décadas de obras, con sus acelerones y frenazos, sus problema técnicos, las fragmentaciones de contratos, las sombras del 3%, la crisis financiera, la pandemia, encendidos debates con los vecinos y hasta cinco alcaldes, ya lleva invertidos 640 millones de euros en este ámbito de modificación del Plan General Metropolitana formado por Glòries y su entorno (18 hectáreas de suelo barcelonés, el equivalente al parque de la Ciutadella).

Vista parcial del nuevo parque de Glòries
Llibert Teixido
Uno sospecha que cruzar las nuevas Glòries de punta a punta en plena canícula va a ser una tarea solo al alcance de los más esforzados viandantes. También entiende que, dada la inmensidad del espacio y las complicaciones del caprichoso subsuelo, las soluciones adoptadas figuran probablemente entre las más acertadas. El parque inaugurado ayer, bendecido por las abundantes lluvias primaverales, incluye numerosas zonas de descanso, un umbráculo de casi 700 m2, el ágora sensorial Berta Cáceres, de 2.500 m2y donde está previsto realizar espectáculos de pequeño formato, un jardín inmersivo con especies adaptadas al cambio climático, un parque de agua que entrará en funcionamiento en verano y un área de recreo para perros de 1.200 m2. Pero, sin duda, el espacio del parque con un mayor tirón, como pudo observarse ayer durante el estreno y a pesar de la lluvia, es el área de juegos infantiles. Dos mil metros cuadrados y 35 elementos de juego, incluidos unos grandes toboganes que confirman la apuesta reciente por instalaciones de gran tamaño (atrévanse con la gran rampa de lanzamiento de niños de los remozados jardines del centro comercial L’Illa Diagonal, muy acorde a una época de uso y hasta abuso de las “experiencias sensoriales”).

Espectáculo musical y para niños en el Umbráculo para celebrar la apertura del parque
Ayuntamiento de Barcelona
La transformación de este céntrico enclave barcelonés no será completa hasta dentro de unos años. De hecho, el Ayuntamiento se plantea que las Glòries alcancen la condición de “nuevo centro de la ciudad” (y del área metropolitana) en el horizonte del 2035. Antes deberán levantarse los edificios de viviendas y los equipamientos que han de aportar vida a la zona y reparar la fachada montaña, que en estos momentos dibuja un enorme contraste con ese flamante núcleo central ya conquistado para el uso cívico.

Acceso a la estación de metro de Glòries a través del jardín de cactus
Llibert Teixido
Durante su visita matinal al parque, el alcalde Jaume Collboni se refirió precisamente a las tareas aún pendientes, a la construcción de vivienda protegida y equipamientos de barrio que han de coronar la metamorfosis de este cruce de caminos barcelonés, proporcionarle “escala humana”.

La lluvia acompaó durante la mañana del sábado la inauguración del parque
Llibert Teixido
Es lo que demandan con cierta desesperanza las entidades vecinales de la zona, que si bien celebran la apertura del parque, recuerdan que, a pesar de “la autocomplacencia” del actual gobierno municipal, “nada ha terminado” y que, “después de los muchos retrasos, continuamos esperando que se hagan realidad la gran mayoría de equipamientos de barrio comprometidos, las viviendas públicas de alquiler que reivindicamos y la finalización del parque hasta la calle Consell de Cent”.

La torre Glòries, antes torre Agbar, en construcción sobre una plaza de las Glòries muy diferente a la actual, a comienzos del siglo XXI
Rafael Varela / Archivo
Hablando precisamente de Consell de Cent, en los planes del actual gobierno municipal no tiene cabida la prolongación en dirección Glòries del eje verde que ahora queda interrumpido al llegar al paseo Sant Joan.
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Sí que se abordará en este mandato una deuda histórica pendiente con el padre del Eixample. En principio, el prometido monumento a Ildefons Cerdà debía plantarse en las nuevas Glòries, aunque diversas fuentes municipales coinciden en señalar que esa no es una decisión firme y que se están estudiando otras ubicaciones.