Las personas que llegan a los 90 o 100 años con buena salud presentan estas cuatro bacterias intestinales en abundancia, según investigaciones recientes.

Foto: Freepik.
Redacción El País
Nuestro cuerpo convive con miles de millones de bacterias que no vemos, pero que son esenciales para la salud. Este ecosistema, conocido como microbiota, habita en la piel, el aparato digestivo —incluido el intestino y la boca— y también en el aparato genital. Su equilibrio es clave, porque de él dependen procesos tan diversos como la digestión, la inmunidad, el metabolismo e incluso el estado de ánimo.
La microbiota cambia con la edad: no es la misma en un niño, un adolescente o un adulto. Y la relación con el organismo es de mutuo beneficio. Mientras las bacterias cumplen una función protectora y ayudan a procesar los alimentos, el cuerpo les brinda un espacio donde vivir.
La importancia de mantener este equilibrio ha llevado a especialistas y divulgadores a difundir consejos prácticos para cuidarla. En esa línea, la hipnoterapeuta Fani García compartió en TikTok los hallazgos de investigaciones que explican por qué algunas personas alcanzan los 90 o 100 años con buena salud. La clave, señaló, está en la abundancia de cuatro bacterias intestinales específicas que parecen marcar la diferencia en quienes llegan a esa edad.

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Las cuatro bacterias relacionadas con una vida más larga
- Akkermansia muciniphila: contribuye a reforzar la barrera intestinal, mejora la sensibilidad a la insulina y disminuye la inflamación. Para favorecerla, conviene sumar a la dieta alimentos como granada, té verde, arándanos, cacao y pistachos.
- Doricobacter: menos conocida, pero valiosa para el metabolismo y la regulación de la glucosa. Sus “preferidos” son las almendras, el kale, la avena, la linaza y los frijoles negros.
- Hostilibacter: se alimenta de almidones resistentes y compuestos prebióticos. Entre los alimentos que la potencian están el plátano verde, la papa o el arroz cocido y luego enfriado, además de ajo, cebolla, miso y tempeh.
- Christensenella: considerada una de las más prometedoras, se asocia con menor inflamación, bajo índice de masa corporal y una microbiota más diversa. Su crecimiento se estimula con fermentados como kéfir, chucrut y kimchi, así como con alcachofas y espárragos.

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Envejecer mejor empieza en el intestino
De acuerdo con García, realizar ajustes sencillos en la alimentación cotidiana puede favorecer la presencia de estas bacterias. Más allá de vivir más años, lo importante es vivirlos con calidad: una microbiota equilibrada no solo previene enfermedades, sino que también ayuda a envejecer en mejores condiciones físicas y mentales.
En base a El Tiempo/GDA
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