Una investigación publicada en Annals of Internal Medicine (AIM) suma información a uno de los grandes debates de este tiempo, vinculado a si la inteligencia artificial (IA) podrá reemplazar el trabajo humano, o hasta dónde podrá hacerlo. Se cree que en el caso de las tareas predominantemente administrativas y sistemáticas esa posibilidad es mayor. Sin embargo, cada vez hay más indicios de que las habilidades de los robots podrían ser aún más amplias.
A fines de marzo, Elon Musk incluso vaticinó que la IA pronto superaría en capacidad a médicos y abogados. Es decir, que los seres humanos dejarían de necesitar gran parte de sus servicios al poder delegar esas tareas en modelos de inteligencia artificial cada vez más complejos y eficaces.
El nuevo trabajo descripto en AIM pone el foco en la atención que reciben los pacientes en una guardia médica. La hipótesis de base era la incertidumbre sobre si la asistencia mediante IA podía estar asociada con la calidad de la atención. Entonces, los investigadores compararon las recomendaciones iniciales de IA con las recomendaciones finales de los médicos que tuvieron acceso a las recomendaciones de IA, y que pueden haberlas visto o no.
El trabajo fue realizado en Cedars-Sinai Connect, una clínica virtual de urgencias de Los Angeles, en Estados Unidos, asistida por IA con preguntas de admisión mediante chat estructurado. En ese contexto, la IA presenta recomendaciones de diagnóstico y tratamiento (recetas, análisis de laboratorio y derivaciones).
El análisis se hizo sobre 461 visitas gestionadas por médicos con recomendaciones de IA de suficiente confianza y registros médicos completos para adultos con síntomas respiratorios, urinarios, vaginales, oculares o dentales, entre el 12 de junio y el 14 de julio de 2024.

Si bien hubo concordancia entre las recomendaciones diagnósticas y de manejo de las recomendaciones iniciales de IA y las recomendaciones finales del médico, no fue así en todos los casos. Los médicos evaluadores calificaron todas las recomendaciones no concordantes y una muestra de las concordantes como óptimas, razonables, inadecuadas o potencialmente perjudiciales.
Resultados de la comparación
Las recomendaciones iniciales de IA y las recomendaciones finales del médico coincidieron en 262 visitas (56,8%). Entre las 461 visitas ponderadas, las recomendaciones de IA se calificaron con mayor frecuencia como óptimas (77,1 %) que las decisiones del médico tratante (67,1 %). Las puntuaciones de calidad fueron iguales en el 67,9 % de los casos, mejores para la IA en el 20,8 % y mejores para médicos tratantes en el 11,3 %, respectivamente.
Los investigadores, algunos de los cuales trabajan en el hospital relevado mientras que otros son de la Universidad de Tel Aviv y del K Health de Nueva York, marcaron algunas limitaciones del trabajo, como que se trata de un estudio unicéntrico y que los pacientes no desconocían la fuente de las recomendaciones. Se desconoce si los médicos consultaron las recomendaciones de IA.

De todos modos, cuando las recomendaciones de la IA y del médico diferían, las de la IA se calificaron con mayor frecuencia como de mejor calidad. “Los hallazgos sugieren que la IA tuvo un mejor desempeño en la identificación de señales de alerta críticas y en el apoyo a la atención que cumple con las directrices, mientras que los médicos fueron más efectivos en la adaptación de las recomendaciones a la información cambiante durante las consultas. Por lo tanto, la IA podría contribuir a la toma de decisiones de los médicos en la atención de urgencias virtual”, concluyeron los investigadores.
El trabajo publicado ofrece de este modo un nuevo indicio de que la IA aporta ventajas para determinadas funciones de la medicina, y al mismo tiempo deja en evidencia que cuando el proceso de consulta de los pacientes no es lineal y directo, sino que aparecen sinuosidades que en muchos casos pueden ser relevantes, la capacidad de los médicos para resolver sigue siendo mayor que la de los robots.
PS