Cuando se habla de la situación de los jubilados, generalmente se alude a la caída de los haberes en relación a la inflación y a bienes específicos, como el sensible tema de los medicamentos. Lo que no se dice mucho (porque es un detalle poco difundido) es cómo cambió la participación de bolsillo de los jubilados en el precio de cada remedio. Es decir, considerando que tanto el PAMI como los laboratorios, las farmacias y el afiliado ponen una parte de lo que cuestan los medicamentos, quién paga cuánto por cada cajita.
Dicho de otro modo, imaginemos que estos actores deben hacer una “vaquita” para pagar cierto medicamento por PAMI. ¿Cuánto le tocará poner a cada uno? Como se verá debajo, es una segmentación que cambió notablemente en los últimos meses, según se acordó en los últimos convenios celebrados a puertas cerradas por tres de los cuatro protagonistas mencionados.
Cada medicamento habría que imaginarlo como una torta. Como se verá al final de estas líneas, es ahora más chica que antes, informó Ricardo Pesenti, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), quien aclaró que entre el año pasado y este hubo una caída del 25% en las dispensas de remedios vía PAMI (organismo que, al cierre de estas líneas, dijo no tener disponible información sobre el motivo del descenso).
Volviendo a los cambios en lo que debe pagar cada una de las partes por los medicamentos, veamos qué le toca a los jubilados, los únicos que no participan de las mesas en las que se define el tamaño de las porciones en cuestión.
Hablando siempre de promedios, en julio pasado, un jubilado ponía de su bolsillo menos del 15% del precio de cada remedio (14,59%, según precisiones de la COFA). Solo un mes después, esa cifra subió a 19%, y de noviembre a diciembre se alzó en 8 puntos porcentuales más. Para enero de 2025, la participación de los adultos mayores en las cajitas de remedios quedó en 28%, casi diez puntos porcentuales arriba de lo que habían tenido que pagar un semestre atrás.
Los bemoles de los medicamentos por PAMI
Hay otros dos sectores que también están teniendo que poner el hombro un poco más que antes, pero con condiciones bien distintas. Hablamos de la industria farmacéutica y de las farmacias.
En julio de 2024, los laboratorios participaban (en promedio) en el 17,6% del precio de los remedios del PAMI, confirmaron fuentes de CILFA, una de las cámaras más grandes.
Es cierto que uno podría decir “¿pero no son ellos los que determinan el precio?” Sí, y daría para una nota paralela, pero, por lo pronto, esa participación (como una suerte de hacerse cargo de una parte del remedio) suele entenderse como una concesión o descuento (en la forma de notas de crédito) sobre el valor declarado del remedio.
En síntesis, la participación de la «farma» que era del 17,6%, pasó al 23% en enero. En cuanto a las farmacias, en algunas zonas del país pasaron de poner el 5% (hacia mediados de 2024) a 8%, en enero de 2025, confirmaron fuentes del sector. En la zona metropolitana, explicó Pesenti, la participación ahora es algo mayor, y ronda el 9%. Pero en todos los casos, la suba fue de tres puntos porcentuales.
Sin embargo, a diferencia de los jubilados (cuyo poder adquisitivo cae), la industria y las farmacias están poniendo más por medicamentos que comercializan a un precio mayor. Los más críticos argumentan que antes (durante el kirchnerismo), los precios promedio de venta a los jubilados eran tirando a “irrisorios”. Visto así, ahora se recompusieron, en el sentido de que tienen menos diferencias con respecto a lo que paga cualquier hijo de vecino (no jubilado) que va a la farmacia.
La brecha entre esos dos segmentos era del 60%. Ahora es del 26%. Los precios suben menos para la población general y más para el jubilado. Por años había sido al revés.
¿Pero al PAMI qué responsabilidad le toca?
PAMI: la motosierra en la obra social de los jubilados
Lo que recayó en los hombros de los tres actores mencionados fue -a los ojos de la gestión actual- puro alivio para el PAMI. Y es el protagonista de esta historia que transitó una mutación mayor en los últimos siete meses, en línea con la impronta de achicar el Estado nacional.
En julio de 2024, el PAMI ponía 61,40% de cada “cajita” de remedios para los jubilados. Según fuentes del sector farmacéutico, en enero de 2025, esa participación fue más de 20 puntos porcentuales menor: 41%.
Sería lógico preguntarse por los efectos de este cambio inmenso en el sistema de medicamentos para los adultos mayores. Como se decía arriba, la venta de remedios por PAMI descendió 25% en el último año, o sea que 1 de cada 4 remedios, aparentemente, ya no se dispensa. Ni con descuento ni en forma gratuita vía PAMI.
No es fácil encontrar fuentes que den certezas sobre el destino de ese 25%, pero se pueden vislumbrar tres opciones.
O son medicamentos que se siguen vendiendo, pero el PAMI no lo sabe porque ahora son de venta libre o, como dicen en el instituto que conduce Esteban Leguízamo y el propio Pesenti, el “consumo irracional” de remedios mermó, ya que dejó de haber entrega gratuita desmedida y entonces no hay abusos: ni jubilados que retiren cajas para sobremedicarse ni tampoco para regalar a terceros.
Pero también se puede deducir algo más, y es que la caída de la dispensa por PAMI se deba (totalmente o en parte) al contexto en el que todo esto ocurre. Haberes insuficientes y un mercado de medicamentos, en general, desinflado.
Lo último fue transmitido por el Observatorio de la COFA, en base a información de la consultora internacional IQVIA, que mide unidades de remedios a salida de las droguerías. Según esos datos, en la Argentina de 2024 se dispensaron 60 millones de cajitas de medicamentos menos que en 2023, una caída del 7,85% en el volumen de unidades dispensadas, en general (por dentro o por fuera del PAMI).
Desde la COFA analizan la cuestión y advierten un dato obvio, pero nada menor: “Considerando la presencia de patologías crónicas, el aumento de su prevalencia y el incremento en la esperanza de vida, debiera reflejarse una demanda creciente de servicios de salud y, consecuentemente, de medicamentos. En 2024 esta situación no se estaría evidenciando”.
PS