Luego de la publicación del artículo de Clarín titulado “Abandono, basura e inseguridad: así está el centro de trasbordo que se hizo para el metrobus de La Matanza hace solo 8 años”, el Secretario de Planificación Operativa de La Matanza, Miguel Saredi, respondió a los señalamientos sobre el estado actual del lugar y aclaró la responsabilidad de los distintos niveles del Estado en su mantenimiento.
—Clarín publicó una nota en la que se describe un escenario de abandono total en el Centro de Transbordo de González Catán. ¿Cuál es su respuesta a esta publicación?
—Es importante que la gente sepa que el Centro de Transbordo no es responsabilidad del municipio de La Matanza. A diferencia de lo que se menciona en la nota, este espacio nunca fue transferido al municipio, sino que sigue bajo la órbita de Vialidad Nacional, que depende del Gobierno Nacional. Por lo tanto, cualquier tipo de mantenimiento o mejora debe ser realizada o autorizada por ellos. Como gestión municipal, no tenemos la potestad de intervenir en la infraestructura de este espacio, por más que estemos dispuestos a hacerlo.
—Uno de los reclamos más fuertes de los vecinos es la falta de iluminación y la inseguridad en la zona. ¿Qué puede decir al respecto?
—Los vecinos tienen razón en reclamar mayor iluminación y seguridad, especialmente en la Ruta 3 y sus alrededores. Pero hay que dejar en claro que la iluminación en esa zona es competencia exclusiva del Gobierno Nacional, que ha desatendido su mantenimiento durante años. Desde la asunción del actual gobierno, se ha tomado la decisión de desentenderse de la obra pública y esto tiene un impacto directo en situaciones como esta. El ajuste que vemos en las jubilaciones y los salarios también se refleja en la falta de inversión en infraestructura clave para la vida cotidiana de la gente.
—El artículo también menciona que las oficinas construidas en el Centro de Transbordo están en estado de abandono. ¿Por qué no se les ha dado un uso?
—Las oficinas que se mencionan en la nota fueron transferidas al ANSES, un organismo del Gobierno Nacional. No es cierto que el municipio haya recibido estas instalaciones ni que tenga la posibilidad de decidir sobre su uso. Lamentablemente, estas oficinas han sido abandonadas por quienes sí tienen la responsabilidad de gestionarlas, lo que contribuye a la sensación de desidia y deterioro en el lugar.
—Clarín destaca que el Centro de Transbordo fue una obra que mejoró la conectividad de la zona, pero que hoy los vecinos se sienten abandonados. ¿Cómo se puede revertir esta situación?
—El Metrobus y el Centro de Transbordo fueron avances importantes en su momento, pero si el Gobierno Nacional no se ocupa de su mantenimiento, el deterioro es inevitable. Desde el municipio estamos dispuestos a hacernos cargo y mejorar las condiciones del lugar, pero para eso necesitamos que nos autoricen a intervenir. No podemos arreglar lo que no está bajo nuestra jurisdicción.
—En la nota se compara la situación del Metrobus de La Matanza con la de San Martín, donde la infraestructura se mantiene en mejores condiciones. ¿A qué se debe esta diferencia?
—En San Martín no hay un centro de transbordo como el nuestro, por lo que las necesidades de mantenimiento son distintas. En La Matanza, además de los carriles exclusivos, hay una terminal con oficinas y estructuras que requieren mayor inversión y atención. Sin el compromiso del Gobierno Nacional, el deterioro es inevitable. A pesar de estas dificultades, el municipio hace lo que está a su alcance. Hay cooperativas de trabajo que se encargan de la limpieza de la terminal, algo que se puede ver en las publicaciones que hacen en redes sociales.
—Para finalizar, ¿qué mensaje les daría a los vecinos que usan diariamente este centro de transbordo y están preocupados por su estado?
—Entendemos su frustración y estamos tan preocupados como ellos. Nos gustaría intervenir, pero el Gobierno Nacional debe hacerse cargo de su responsabilidad o darnos las herramientas para hacerlo nosotros. Vamos a seguir gestionando y exigiendo soluciones para que este lugar vuelva a ser seguro y funcional para todos.