Consultado sobre el actual contexto económico y social del país, Miguel Saredi advirtió sobre la existencia de una profunda brecha entre distintos sectores de la sociedad:
“El repunte de la economía muestra dos realidades: unos acceden al crédito, viajan y compran autos o propiedades, pero la mayoría de las familias sigue ajustando sus gastos, y la pasa muy mal.”
Saredi hizo referencia a un artículo del periodista Alfredo Sainz, publicado en La Nación, que describe con claridad este fenómeno:
“Es claro cuando uno ve las estadísticas del consumo: hay dos realidades muy diferentes, casi antagónicas. Así, la baja de la inflación, la apreciación cambiaria (dólar barato) y la reaparición del crédito hacen que haya récords en escrituras de propiedades, patentamientos de autos y motos, y ventas de electrodomésticos, con más argentinos viajando al exterior y marcas internacionales desembarcando en Buenos Aires.”
Sin embargo, advirtió que esta reactivación no alcanza a la mayoría de los hogares:
“Gran parte de nuestra gente, al contrario, muestra en los datos la gran caída en las ventas en los supermercados y mayoristas, y muestran números en rojo, dejando en claro que el derrame de la reactivación económica no llega a los hogares más castigados que están en la base de la pirámide.”
“El 30% contra el 70%”
Saredi profundizó aún más en la desigual distribución del crecimiento económico:
“Hay sectores que crecen con números muy altos, como autos, inmuebles y electrodomésticos, que son impulsados por los empleados del sector privado y los autónomos que están en una buena posición, pero representan solo el 30% de la población. Pero hay otro 70% que está muy complicado, y vive inmerso en una cultura del ‘no’: no a las primeras marcas, no a las vacaciones, no a darse un gusto.”
Desigualdad y desconexión
Para el dirigente, este fenómeno no solo genera una brecha económica, sino una fractura social:
“Es una sociedad donde crece la desigualdad. Una sociedad dual, clasista, sin solidaridad, contraria a las tradiciones y costumbres argentinas.”
Y concluyó con una mirada crítica pero esperanzadora:
“Muchos, pese a esta realidad, siguen votando al gobierno, o no van a votar, porque todo depende de las virtudes o errores del Gobierno. Quienes estamos del otro lado debemos darle un Sueño, un Proyecto, una Idea superadora y distinta a los argentinos para la reconstrucción de la Nación con un proyecto nacional y económico distinto.”