Por Miguel Saredi
Luego de los comicios de octubre se reavivó una polémica que lleva ya bastante tiempo en torno al Partido Justicialista. Como muchos me lo expresan en llamados, reuniones y asambleas, creo que ha llegado el momento de renovar. De volver a pensar el Peronismo y el movimiento nacional a la altura del siglo XXI.
Porque no se trata solo de recordar lo que fuimos, sino de animarnos a ser lo que todavía podemos ser.
El mundo cambió. La tecnología cambió. El trabajo, la economía, la forma de comunicarnos: todo cambió.
Y el Peronismo —si quiere seguir siendo el corazón de la Patria— debe modernizar su mensaje, sus herramientas y su mirada.

Renovar no es traicionar. Renovar es volver a empezar con las mismas banderas, pero con nuevas palabras, con nuevos puentes, con nuevas formas de llegar al pueblo.
Por supuesto que la Justicia Social sigue siendo el motor; la Independencia Económica, el rumbo; y la Soberanía Política, la meta. Pero hoy debemos adecuar nuestros valores a la comprensión de millones de argentinos que, por distintos motivos, no los ven reflejados en nuestros dirigentes, en nuestro Partido o en nuestras administraciones.
Hoy debemos hablarle al joven que programa, al científico que investiga, a la mujer que emprende, al docente que forma, al trabajador que sueña con un país más justo y más seguro. Y también a los miles de trabajadores informales, o a quienes están fuera de las estructuras tradicionales del mundo del trabajo.
Necesitamos un Peronismo moderno, federal y humano. Que use la tecnología, pero no pierda la sensibilidad. Que hable en las redes, pero escuche en los barrios. Que planifique con datos, pero gobierne con corazón.

Es hora de construir un gran Frente Amplio Nacional: un espacio donde todos los sectores que aman a la Argentina puedan trabajar juntos —la producción y el trabajo, la educación y la ciencia, las religiones, las culturas, los sindicatos y los jóvenes—.
La Patria no se salva desde un partido; se salva desde un proyecto común de Nación.
Los dirigentes debemos ser generosos y dar los espacios necesarios para que todos sean parte de este nuevo proceso.
La Renovación no es marketing: es recuperar la credibilidad y la esperanza. Es volver a enamorar al pueblo argentino. Volver a demostrar que se puede gobernar con orden y con justicia. Con firmeza y con amor.
El mejor homenaje que podemos hacerle a Perón y a Evita no es mirar hacia atrás, sino proyectar hacia adelante.
Ese es el camino. Y ese es el compromiso.
Miguel Saredi – Tercera Posición La Matanza





