Cambiar el riego por inundación por el regadío presurizado para modernizar las 75.000 hectáreas del canal de Urgell costará 15 años y supondrá una inversión de más de mil millones de euros en las comarcas del Urgell, Pla d’Urgell, la Noguera, el Segrià y las Garrigues. Esta la propuesta que el Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació y el Ministerio de Agricultura han presentado a la Comunidad General de Regantes de los canales de Urgell y a los agricultores. Los payeses deberán pagar 2.311,37 euros por hectárea, 120 euros por hectárea al año durante 30 años.
“La pelota está en el tejado de los regantes”, dijo el martes en la asamblea de la comunidad de regantes el conseller de Agricultura, Òscar Ordeig. “El reto es inmenso, pero la determinación del Govern es absoluta. Estamos ante el proyecto de modernización de mayor envergadura que se ha hecho nunca en Catalunya”, agregó.
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AGENCIAS
El presupuesto de la red de distribución asciende a 991,2 millones, a los que se añaden 400 para el amueblamiento interior de las explotaciones (instalación particular de riego por goteo o aspersión de las fincas). Una parte de las infraestructuras se consideran de interés general y el departamento asume íntegramente su coste. Del presupuesto restante, los regantes asumirán el 30%, 209,8 millones, y la Generalitat y el Ministerio de Agricultura aportarán el 70%. Los regantes empezarán a pagar cuando entre en funcionamiento cada sector modernizado.
Empieza ahora el proceso de información a los regantes para someter la propuesta a votación a finales de octubre. “En general, la gente está contenta”, asegura el presidente de la comunidad de regantes, Amadeo Ros, que confía en poder mejorar la financiación del amueblamiento de las fincas.
Para la presidenta de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) en Lleida, Esmeralda Rourera, “es una apuesta importante de la Generalitat y el ministerio para afrontar períodos de sequía después de la campaña del 2022 en la que el canal cerró”.
Para UP, que todavía no ha hecho una valoración detallada, la mayor preocupación es el gran número de tierras arrendadas que hay en la zona. Uno de los retos de los que habla también el presidente de Asaja Catalunya, Pere Roqué es la falta de relevo generacional como otro de los desafíos.