Lo que comenzó como un viaje soñado por la majestuosa Ruta 40 terminó en una odisea de supervivencia para Thiago, un turista brasileño que recorría la Argentina en auto. Tras perderse en un tramo abandonado de la mítica ruta, el hombre caminó más de 25 kilómetros bajo la nieve, en medio de la nada, hasta ser rescatado por efectivos policiales en una operación que combinó intuición, conocimiento del terreno y rápida acción.
Thiago, un viajero experimentado, había planeado meticulosamente su ruta por la Patagonia. Con cadenas para la nieve y un mapa offline en su GPS, creyó estar preparado para las inclemencias del invierno austral. Sin embargo, la tecnología lo traicionó: al llegar a un tramo entre Bajo Caracoles y Gobernador Gregores, su dispositivo le indicó tomar un desvío por la antigua traza de la Ruta 40, hoy reconvertida en la Ruta 29.
El problema es que ese camino, abandonado y sin mantenimiento, estaba completamente intransitable por la acumulación de nieve. El auto quedó atascado, y Thiago, sin cobertura ni posibilidad de pedir ayuda, no tuvo más opción que bajarse y comenzar a caminar en busca de auxilio.
Mientras tanto, en El Calafate, la responsable de las cabañas donde Thiago tenía reserva comenzó a preocuparse. Habían mantenido contacto constante durante su viaje, pero la última comunicación fue cuando el turista avisó que partía desde Perito Moreno hacia el sur. Al caer la noche sin novedades, la mujer –que prefirió mantener su nombre en reserva– no dudó: llamó a la Policía de Tres Lagos.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que los efectivos, conocedores de la zona, sospecharon de inmediato que el brasileño podría haber caído en la trampa de la vieja Ruta 40. Con el apoyo de sus colegas de Gobernador Gregores, iniciaron un rastrillaje en el sector. Cerca de las 23 horas, una patrulla lo encontró: Thiago, exhausto pero consciente, avanzaba a pie por la ruta desolada.
En diálogo con Señal Calafate, el turista confirmó que se encuentra bien de salud y que planea continuar su viaje. “Estoy muy agradecido con los policías”, afirmó, mientras en Gobernador Gregores una grúa intentaba recuperar su vehículo varado.
La historia de Thiago podría haber terminado de otra manera. Pero gracias a la rápida reacción de una hostería atenta y la eficiencia de las fuerzas policiales, el turista brasileño vivirá para contar su aventura –y, seguramente, para recomendar a otros que, en la Ruta 40, no siempre el GPS tiene la razón.