Un episodio que pudo haber terminado en tragedia ocurrió este jueves en el barrio porteño de Villa Crespo, cuando un perro de raza schnauzer quedó colgado del ascensor de un edificio. El hecho sucedió, justo el mismo día que se conmemora el Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP), alrededor de las 14 horas, en el primer piso del inmueble donde el músico Leo Blumberg —vecino y productor musical— tiene instalado su estudio de grabación. Gracias a su intervención, el animal sobrevivió.
Las cámaras de seguridad del edificio registraron el momento exacto en que la dueña del perro entra al ascensor mientras la mascota queda del lado de afuera, con la correa atrapada entre las puertas. Apenas el elevador comenzó a subir, el perro quedó suspendido en el aire, con riesgo de asfixia. Segundos después, Blumberg apareció en el palier y logró liberar al animal justo a tiempo.

“En uno de mis trabajos tuve que hacer un curso de RCP, pero para personas, no para perros. Eso fue lo loco —relató Blumberg a LA NACION—. Atiné a hacer algo similar con el perro y funcionó.”
Según contó, el rescate se dio casi por casualidad. “Estaba con un cliente grabando y justo habíamos parado la música. El volumen estaba muy fuerte. Ahí fue cuando escuché la alarma del ascensor, bajé pensando que alguien estaba atrapado y me encontré con la imagen del perro colgado. Logré desengancharlo y empecé con el RCP. Por suerte reaccionó“. Mientras tanto, la dueña del animal permanecía dentro del ascensor, sin poder hacer nada.
Todavía no está claro si el elevador se trabó o si ella intentó detenerlo para evitar el accidente.
Conmovido por la experiencia, Blumberg adelantó que planea aprovechar su profesión para crear conciencia. “A raíz de todo esto, vamos a producir un jingle corto con mi productora – Blumberg Música – que explique, de forma visual, cómo hacerle RCP a un animal. La idea es ayudar en este tipo de casos”, explicó en diálogo con LA NACION.
Cada 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP), una fecha impulsada por el Consejo Europeo de Resucitación y respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que busca difundir la importancia de aprender esta maniobra.
La RCP consiste en una serie de compresiones torácicas y ventilaciones destinadas a mantener el flujo de oxígeno al cerebro y al corazón en casos de paro cardiorrespiratorio. Aunque fue desarrollada para seres humanos, existen versiones adaptadas para animales domésticos, que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte ante un episodio de asfixia o paro respiratorio, como el ocurrido en Villa Crespo.