El presidente Javier Milei transita las semanas poselectorales con el ego inflado por la victoria y la calma de los que se sienten aprobados en sus decisiones. Es natural que haya reafirmado sus premisas y sienta que posee una carta blanca que le permitirá, de acá en más, ganar todas las manos. Sin embargo es todo lo contrario: la sociedad votó, y siempre lo hace, esperando resultados.
Ahora deberá avanzar con su plan de reformas que incluyen el paquete tributario, laboral y penal pero además deberá comenzar a cambiar en serio la materialidad cotidiana de millones de argentinos que ratificaron un rumbo más por miedo al caos de una disparada cambiaria que por convicciones libertarias. Así como la oposición se sentó a esperar a que el gobierno de LLA se caiga sólo y no ocurrió, tampoco en Casa Rosada se deben dormir en las mieles del triunfo: ahora comienzan a correr plazos sociales que los votantes otorgaron en forma de crédito al gobierno. Nadie esperará 30 años para que seamos Irlanda.
Por lo pronto Milei entendió que los asuntos económicos también son políticos y que nada podrá modificar si no avanza por la via de los consensos. Es parte de una hoja de ruta que se escribió en Washington cuando se sellaron los términos del salvataje preelectoral y el acuerdo con los gobernadores es un engranaje vital de un país federal que no podría avanzar en reformas sin un Congreso que las vote.
El gobernador Martín Llaryora lo sabe al igual que sus colegas y espera que en el toma y daca de las negociaciones que comienzan por el presupuesto lo lleven a recuperar parte de los recursos que el equilibrio fiscal “a los hachazos” le quitó en estos dos años. No importa la buena sintonía que tiene con Diego Santilli con quién ya tuvo una ronda de reconocimiento, como boxeadores en un primer round. Todo lo que se acuerde con el flamante Ministro del Interior debe pasar por el filtro de Toto Caputo. Habrá que ver si esta vez “El Colo” tiene más efectividad que Guillermo Francos a quién todos les reconocían su talante acuerdista pero poca resolución de lo pactado.
Llaryora calificó de «muy productiva» la reunión con funcionarios nacionales
De Loredo se anota en la carrera
La política provincial tuvo novedades de peso y vinieron por el lado del silencioso Rodrigo de Loredo que anunció que será candidato a gobernador en el 2027. No importa con qué propuestas, bajo que partido, con qué esquema de alianzas o equipo. El diputado se pone por delante de todo eso como quién interpreta que la sociedad está ansiosa y expectante por saber qué quiere hacer dentro de dos años el saliente legislador nacional. En el 2023 estiró hasta la exasperación la definición de lo que iba a hacer, ahora va por todo lo contrario.
Con la fallida candidatura para revalidar la banca en la lista libertaria y sin chances de ocupar un ministerio bajo el padrinazgo de Santiago Caputo el radical se lanza para integrarse a un lote con dos anotados: el senador Luis Juez, siempre en carrera por la gobernación y Gabriel Bornoroni que se siente revalidado tras la victoria en Córdoba de su lista y su estrategia.
Lo cierto es que los tres intentan adelantarse en una prueba que, como todas las de largo aliento, requiere regular los esfuerzos y evitar desgastes innecesarios. ¿Sabrán que intentan pescar votos en la misma pecera? ¿Podrán imponer la idea de que son algo fresco y renovado dentro de la política local? ¿Lograrán saltarse la dinámica de la crítica al gobierno que atrae más indignación que votos?
Rumores de cambios en el Panal (pero con calma)
Luego de la contundente derrota en las legislativas comenzaron a correr rumores de cambios en el gabinete provincial. Todas las versiones señalan que podría haber un achique en el número de carteras para reorganizar la gestión y relanzarla con la mirada puesta en el 2027. Sin embargo, desde el Panal aseguran que los cambios -si los hay- serán luego de las vacaciones porque de lo contrario sería adjudicar responsabilidades por los resultados del 26O que todavía supuran como una herida abierta. “No esperen que haga como Schiaretti -dice una fuente- que no cambiaba su staff de ministros casi nunca pero tampoco crean que habrá limpieza porque Martín sabe que el núcleo de colaboradores goza de su confianza”.
Donde habrá cambios es en la Municipalidad de Córdoba que esta semana tendrá sentado de nuevo en su despacho al intendente Daniel Passerini ya repuesto de su cirugía. La novedad del fin de semana será el achique que hará la comuna en los costosos alquileres de oficinas que datan de la gestión anterior. “No es significativo el monto para el volumen del presupuesto pero es una señal de austeridad que reclama la sociedad” dice un funcionario.
También habrá novedades financieras porque el Palacio 6 de Julio inició un canje de deuda con el fin de patear vencimientos y disponer de recursos que está reclamando la ciudad en forma de servicios y obras. El gobernador y el intendente se reunirán en los próximos días para hablar de gestión. Passerini sabe que Llaryora no puede descuidar la capital: sin los votos de la ciudad no hay reelección en 2027.
