El Tesoro de Argentina dijo que intervendría en el mercado de divisas a medida que los activos del país se hunden en medio de una serie de reveses políticos y económicos para el presidente Javier Milei antes de una votación clave el domingo.
La decisión —un cambio de postura por parte de un gobierno que repetidamente celebró la libre flotación del peso dentro de los rangos establecidos— se produce tras semanas de esfuerzos para estabilizar el maltrecho tipo de cambio. Las autoridades elevaron las tasas de interés para refinanciar más deuda pública, elevaron repetidamente los requisitos de encaje y aumentaron las restricciones cambiarias a los bancos.
El secretario de Hacienda, Pablo Quirno, dijo este martes en su cuenta X que el Tesoro participará en el mercado cambiario para contribuir a su “liquidez y normal funcionamiento”.
Los bonos soberanos se desplomaron a lo largo de la curva, con los títulos con vencimiento en 2035 bajando 1.6 centavos por dólar, cotizando a su nivel más bajo desde abril, según datos indicativos de precios recopilados por Bloomberg. La moneda cayó 1.6 por ciento, recortando pérdidas previas de hasta 2.8 por ciento, en comparación con el cierre del viernes, al reanudarse la negociación con fuerza tras el festivo estadounidense que agotó la liquidez el lunes.
El gobierno ha luchado para aliviar la presión sobre la moneda mientras lucha contra las acusaciones de corrupción antes de las elecciones provinciales en Buenos Aires el 7 de septiembre. Un escándalo de sobornos que involucra a la hermana de Milei, Karina, está generando preocupaciones sobre la imagen del presidente, ya que un juez impidió el lunes que los periodistas publicaran grabaciones de audio perjudiciales tras una queja del gobierno.
El reciente estallido “es un ejemplo de la fragilidad de la confianza de los inversores, incluso después de poco más de 18 meses de la presidencia de Milei”, escribió Walter Stoeppelwerth, director de inversiones de la correduría local Grit Capital Group, en un informe el martes. “La mayoría de los inversores ven este ciclo electoral como un referéndum sobre el desempeño del presidente Milei en los dos primeros años de su mandato”.
Otro revés para la administración de Milei se produjo en las elecciones locales de la provincia de Corrientes el domingo, donde el candidato oficialista quedó en cuarto lugar. Este bajo rendimiento confirmó los temores de que la estrategia de Milei de competir en las elecciones locales sin formar alianzas pudiera ser contraproducente.
Ahora, la atención se centra en las elecciones del domingo en la provincia de Buenos Aires, que representa casi el 40 por ciento de la población del país y ha votado consistentemente por el movimiento peronista opositor. Los inversores las consideran una señal clave de lo que se avecina en octubre, cuando toda Argentina acuda a las urnas para renovar una gran parte del Congreso.
Los estrategas de Morgan Stanley consideran que las elecciones son “un obstáculo a corto plazo para la economía, las reformas y el mercado”, pero aún ven valoraciones atractivas ya que el continuo impulso de las reformas no parece estar descontado en los precios.