El presidente y el gobernador se cruzaron tras el crimen de Kim Gómez. Milei exigió la renuncia de Kicillof y propuso la intervención de la provincia, mientras el mandatario bonaerense responsabilizó a la Nación por la falta de recursos.
El presidente Javier Milei se pronunció con dureza sobre la situación de inseguridad en la provincia de Buenos Aires, exigiendo la renuncia del gobernador Axel Kicillof y planteando la posibilidad de una intervención federal. A través de sus redes sociales, Milei calificó el escenario delictivo en el conurbano bonaerense como un «baño de sangre» y acusó a Kicillof de aplicar una «doctrina prodelincuentes».
«Dado que la provincia es un baño de sangre y nuestra visión sobre cómo afrontar el problema es tan distinta, si le interesa el bienestar de los bonaerenses, córrase del camino y déjenos intervenir la provincia», declaró Milei, asegurando que en un año podría «terminar con la violencia» con una política de «tolerancia cero», similar a la aplicada en Nueva York por Rudolph Giuliani.
Por su parte, Kicillof respondió con críticas a la gestión nacional, denunciando la falta de recursos destinados a seguridad tras la eliminación del Fondo de Fortalecimiento Fiscal. Además, lamentó que la tragedia de Kim Gómez se utilice con fines políticos: «Lamento mucho la bajeza que he visto estos días. Algunos usan esto para ganar un voto y lucrar con el dolor».
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