Durante la cumbre del Mercosur celebrada el 3 y 4 de julio de 2025, el presidente argentino Javier Milei advirtió que Argentina podría salir del bloque si sus socios no aceptan las reformas ultraliberales impulsadas por su gobierno. En su discurso también presentó su política de apertura comercial, incluyendo la flexibilización del arancel externo común y la firma del acuerdo con la EFTA.
Acto seguido, el presidente brasileño Lula sostuvo una postura diametralmente opuesta: defendió al Mercosur como un “escudo” para Brasil, con énfasis en la cohesión regional y en avances en comercio exterior, ambiente y derechos humanos.
🔍 Mirada crítica sobre el señalamiento de Milei
- Oferta de ruptura poco realista y inconsistencia pragmática
Aunque Milei exhibe firmeza ideológica —al afirmar que preferiría “caminar solos”—, su administración ya ha mostrado prudencia: evitó un acuerdo unilateral con EE. UU. e impulsó parcialmente la liberalización dentro del Mercosur. Esto sugiere que la amenaza podría ser más gestual que un plan factible. - Riesgo económico para la Argentina
El Mercosur permite acceso preferencial a grandes mercados, especialmente Brasil. Una salida unilateral implicaría el aislamiento económico y barreras arancelarias que impactarían negativamente en la industria y el empleo. Irónicamente, Milei ya ha sido criticado por sectores como la Unión Industrial por la apertura intensiva de importaciones. - Desdén por estándares sociales y ambientales
La agenda de Milei carece de propuestas para la igualdad social, la protección ambiental o los derechos laborales. En cambio, Lula apuesta por fortalecer esas dimensiones, señalando un desbalance ideológico que podría dejar a Argentina en desventaja en futuros acuerdos internacionales. - Tensión diplomática innecesaria
El gesto de no intercambiar bilateral con Lula, sumado a sus críticas al bloque, profundiza la fractura política dentro del Mercosur. El video de la foto fría y la visita posterior de Lula a Cristina Kirchner consolidan una división que trasciende discursos económicos.
La amenaza de Milei de abandonar el Mercosur funciona como un llamado de atención sobre su visión económica ultraliberal, pero no parece estar sustentada por una estrategia coherente y sostenible. Su postura, más retórica que operativa, corre el riesgo de aislar aún más a Argentina, especialmente en sectores industriales sensibles. En contraposición, Lula sitúa al bloque como una herramienta sólida para el desarrollo regional, con proyección en el clima, derechos y mercados globales.