Durante su discurso en el Congreso, el presidente Javier Milei prometió ejecutar una reforma impositiva «estructural» para «reducir un 90% la cantidad de impuestos nacionales». Y de esa manera, brindarle «autonomía fiscal» a cada provincia para dinamizar sus recursos.
«Es imperativo llevar a cabo una reforma impositiva estructural, para así reducir en un 90% la cantidad de impuestos nacionales y pasar a tener únicamente seis impuestos, terminando con el infierno logístico que implica tributar en Argentina», afirmó Milei. El objetivo es brindarle «autonomía fiscal a las provincias en los impuestos que hoy recauda el Estado nacional en su nombre».
Para ello, el Estado nacional «establecerá un piso mínimo para cada impuesto, sustancialmente inferior al total actual, y luego las provincias podrán elevarlo a su criterio, lo que indudablemente generará una competencia fiscal entre las provincias que dinamizará así sus economías», explicó el Presidente ante los legisladores presentes en el recinto.
El trasfondo de esta propuesta del Jefe de Estado es reducir el gasto público en un 25%. Por caso, en la provincia de Misiones, dicho gasto representa únicamente el 10% del Producto Bruto Provincial (PBP).
Según un informe de la consultora Politikon Chaco en el que se detalla el gasto público de las provincias durante el último trimestre de 2024, la provincia que se ubica en el primer lugar de altos gastos es Río Negro, con un 65,6%; le siguen Salta 58,6% y Jujuy 57,2%.
Misiones, en tanto, eroga el 34,4%. Esto significa que el presupuesto provincial en curso prioriza los rubros salud, educación y seguridad a través de un equilibrio fiscal de no tomar deuda y cuidar los recursos provinciales, sin que esto afecte al ciudadano común. Muy cerca le sigue Córdoba con 36,8%.
El modelo misionero de déficit cero no es nuevo. Hace más de 20 años sostiene un equilibrio fiscal de no gastar más de lo que ingresa, lo que permite asignar los recursos hacia el desarrollo económico y la ampliación de derechos de los ciudadanos. Un exitoso esquema que desde sus inicios nunca llevó a los misioneros a vivir situaciones traumáticas.