Había pasado una hora desde las 20, cuando las puertas de La Rural se abrieron de par en par para el ingreso gratuito que inaugura la Noche de la Feria, y los pasillos ya revelaban una afluencia sostenida. Apenas una hora después, ya costaba desplazarse o asomarse a una estantería en los stands más convocantes como los de la librería Cúspide o las editoriales Riverside, Planeta o Penguin Random House. El primer sábado de la 49.º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires está dando motivos para el optimismo cuidadoso que exhiben esta noche varios de los expositores.
La Fundación El Libro, organizadora de la muestra más convocante del país, nunca contabiliza a los asistentes durante esta jornada extendida que agrega dos horas de actividades hasta la medianoche, pero el éxito o fracaso de la movida se palpa precisamente en los corredores que, esta noche, están bien poblados.

En el Pabellón Verde, donde se acomodan los grupos editoriales más poderosos, la española Megan Maxwell seguía firmando libros, sacándose fotos y abrazando a sus lectoras a las diez de la noche.
Había llegado sobre las 16 para presentar su novela Una herencia salvaje en la Sala José Hernández antes medio millar de personas y luego dejó incansable un mensaje en 560 libros que le acercaron en el stand de Planeta.
Agenda colmada
«Con mucho público y una agenda colmada de firmas de autores, espectáculos en vivo y actividades especiales, la Noche de la Feria se desarrolló como una fiesta de la literatura», informaron desde la Fundación El Libro,

Para esta jornada especial, los organizadores y las editoriales pusieron toda la carne al asador.
esde la tarde, se sucederon presentaciones de libros, como La isla de la mujer dormida, la nueva obra del escritor español Arturo Pérez-Reverte; El Príncipe, la biografía no autorizada de Miguel Ángel Pichetto escrita por Pablo de León y acompañada por María O’Donnell y Nelson Castro organizada por el espacio cultural Clarín / Ñ; y Las guerreras Maxwell, 10. Una herencia salvaje, último título publicado por la escritora española Megan Maxwell, que volvió a la Feria después de diez años.
En el espacio cultural Clarín / Ñ, además, tuvo lugar la charla Protocolos de investigación criminal. Cómo descubrir al asesino, con el periodista Ignacio González Prieto y un diálogo entre la editora general de Revista Ñ, Matilde Sánchez y el periodista español Juan Cruz Ruiz.

También hay ahora largas filas de lectores jóvenes para las firmas de las autoras Melissa Ibarra y Laura G. Miranda y estuvieron los periodistas Victor Hugo Morales y Luis Novaresio y el dibujante Liniers que también sumaba un centenar de seguidores esperando por su firma en el Pabellón Amarillo.
Uno de los eventos principales de la Noche fue el espectáculo musical de Riad, Ciudad Invitada de Honor, en la Sala José Hernandez. Su imponente espacio está lleno de visitantes todo el tiempo y de otros que lo rondan sin decidirse a poner un pie dentro. Su personal es amable y servicial y eso anima a los curiosos que circulan por las dos plantas del stand desde temprano.

Otras dos actividades convocantes fueron el evento organizado por Netflix y CAF orientado a las Nuevas Narraciones Audiovisuales y el espectáculo musical de La Luchi de Ópera Queer y su selección de canciones.
Un cauteloso optimismo
Por último, la caja registradora de los expositores. En buena parte de los stands consultados esta noche por Clarín, los vendedores y libreros mostraban un cauteloso optimismo.
Las ventas estaban suavemente por encima de los niveles del año pasado, que fue calamitoso. En 2024, las editoriales vendieron entre un 30 y hasta un 50 por ciento menos que en 2022. «La vara quedó muy baja», reconoció una librera del Pabellón Amarillo.

Pero según coincidieron en varios espacios, esta edición empezó mejor, tal vez porque los precios de los libros no acompañaron el incremento de la inflación general, las entradas a la Feria quedaron también por abajo de los aumentos de precios y hay algunas promociones interesantes que pueden llegar al 20% de descuento con algunas tarjetas bancarias, también hay cuotas sin interés y reintegros de algunas entidades financieras, además de rebajas por el pago en efectivo.