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sábado, marzo 8, 2025

Miriam Makeba hizo bailar al mundo con su Pata Pata, pero nunca dejó de pelear contra el apartheid en Sudáfrica y murió sobre el escenario

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Una crítica acérrima del sangriento Apartheid, en Sudáfrica y luchadora incansable por los derechos civiles de la comunidad negra, Miriam Makeba (1932-2008), a mediados de los años ’60 hizo bailar al planeta con Pata Pata, una de las primeras canciones de la llamada World Music.

Miriam Makeba tuvo una vida de resiliencia a partir de haber superado un cáncer de mama (1950) y otro, de cuello de útero (1960) y haber vivido en el exilio por 30 años. Debido a su activismo le quitaron el pasaporte sudafricano en 1960 y años después le negaron su reingreso a los Estados Unidos por su casamiento con un miembro de los Panteras Negras.

Nacida el 4 de marzo de 1932 en Prospect, en las afueras de Johannesburgo, donde tuvo una infancia rodeado de una segregación alienante. A los 18 días de haber nacido, su madre, Christina Makeba, fue arrestada por vender cerveza casera y Miriam pasó los primeros meses de vida en la cárcel con su madre.

Su padre Caswell Makeba murió cuando Miriam tenía seis años y tuvo que ir a vivir con su abuela, en las afueras de Pretoria.

Desde su infancia en una escuela metodista, Makeba se destacó por su voz; siempre participó de coros, tanto escolares como religiosos. Siendo una niña cantaba en inglés (idioma que aprendió a cantarlo antes que a hablarlo), xhosa (dialecto de la etnia de su padre), sotho y zulú.

La fuerte inclinación musical de su casa, donde la madre tocaba instrumentos tradicionales de la etnia suazi; su padre tocaba el piano en el grupo Mississippi 12 y su hermano escuchaba a Duke Ellington y a Ella Fitzgerald, cultivaron musicalmente a Miriam.

A los 14 años, debió dejar la escuela y emplearse como niñera en la casa de una familia griega, en Waverley, en las afueras de Johannesburgo. La familia dejó de pagarle y la denunció a las autoridades por robo lo que provocó que se escondiera en casa de su abuela, para luego conseguir un trabajo de lavandera.

Miriam Makeba fue la voz de
Miriam Makeba fue la voz de «Pata Pata», una canción que hizo bailar al planeta entero.

Con 17 años se casó con James Kubay, policía con quien tuvo su única hija, Sibongile (Bongi) y un año después, en 1950 le detectaron cáncer de mama. Enferma como estaba, era golpeada continuamente por Kubay que años después la terminó abandonando.

Crisis es oportunidad

Y es a partir de esta crisis que Makeba comienza a los 20 años su carrera musical en los Cuban Brothers; rápidamente pasó a los Manhattan Brothers, con los que grabó, en 1953, su primer disco. Un trabajo que le dio cierta reputación por su hermosa voz. En 1956 se unió al grupo femenino Skylarks, que hacía un jazz cruzado con melodías tradicionales sudafricanas, con el que se afianzó como una de las grandes voces de la música africana.

Makeba tenía un rango vocal amplio junto con una capacidad evidente para transmitir emociones; en sus actuaciones, a veces bailaba con una clara sensualidad. Podía elevar su voz como una cantante de ópera o susurrar, gruñir y hasta rugir. Sabía cantar mientras hacía los clásicos chasquidos epiglóticos del dialecto xhosa. Cantaba en inglés y en varios idiomas africanos, pero jamás en afrikáans, idioma del gobierno blanco del apartheid.

“Cuando los afrikáans canten en mi idioma, yo cantaré en el de ellos”, decía. El inglés era considerado por aquella época como el idioma de la resistencia política por los sudafricanos; a Makeba junto a los Manhattan Brothers se les prohibió grabar en inglés.

Precisamente, durante una de sus actuaciones, en 1955, con los Manhattan Brothers, conoció al joven abogado Nelson Mandela quien afirmó años después: “Cuando la escuché supe que esa chica iba a ser alguien”.

Por ese tiempo también grabaron Lakutshona Ilanga, que se convirtió en un verdadero éxito con una letra que hablaba de un hombre que busca a su amada en cárceles y hospitales; en su versión al inglés se tituló Lovely Lies y se reemplazó aquella frase por: “Dices mentiras tan encantadoras con tus hermosos ojos”. Fue el primer éxito de Makeba y primer tema sudafricano que entró en el Billboard top 100, de los Estados Unidos.

Miriam Makeba fue conocida como Miriam Makeba fue conocida como «Mama Africa», por su fuerte defensa de los derechos civiles en su país. Foto: AP

Se le abre el mundo

En 1959, Miriam Makeba despega internacionalmente. Logra el papel principal femenino en la ópera de jazz sudafricana Broadway King Kong, que se presentó para audiencias racialmente integradas, lo cual la hizo conocida fuera de la esfera de la comunidad negra y tiene una participación en la película antiapartheid Come Back, Africa, del norteamericano Lionel Rogosin, en la que canta dos canciones.

La película mezclaba elementos filmados en las calles a la manera de un documental y de ficción y debió rodarse en secreto debido a la agresiva postura de las autoridades blancas. Rogosin la invitó a presentarse en el 24° Festival de Cine de Venecia donde el filme ganó el Premio de la Crítica. Makeba fue decisiva para darle a la película una identidad negra cosmopolita que conectaba con la clase negra trabajadora, mucho más cuando sus diálogos siempre fueron en zulú.

De Venecia viajó a Londres donde conoció al músico y activista Harry Belafonte (1927-2023), que se convertiría en su principal apoyo para su carrera en Europa y en los Estados Unidos. Graba varias canciones como solista como el famoso Pata Pata, que se lanzaría siete años después y Qongqothwane (Escarabajo toc toc, en xhosa y The Click Song, en inglés).

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Miriam Makeba canta el «Pata Pata»

Se mudó a Nueva York, en octubre de 1959, y debutó el 1° de noviembre en The Steve Allen Show, en Los Ángeles, para una audiencia de 60 millones de personas; a su regresó cantó en el Village Vanguard, de Nueva York, en xhosa, zulú y yiddish; entre el público estaban Duke Ellington y Miles Davis. Sin embargo, prontamente los clubes de jazz le quedaron chicos y pasó a otros escenarios, sin embargo, en materia financiera le costó estabilizarse y trabajó simultáneamente como niñera.

Su lucha por los derechos civiles

Su abierto activismo comenzó a partir de la Masacre de Sharpeville, el 21 de marzo de 1960, en Sudáfrica, donde murieron unas 90 personas, entre ellas varios niños, y 250 heridos. La policía disparó sobre unas 5.000 personas reunidas en protesta por la política de pases. Entre los muertos estaban dos tíos de Miriam, a esta dolorosa situación se sumó a los pocos días la muerte de su madre. Cuando quiso regresar a su país descubrió que su pasaporte había sido cancelado.

El cordón represivo en Sudáfrica se cerraba y, al menos, en agosto de ese año pudo traer a su hija Bongi, de nueve años. Makeba declaró que sentía la responsabilidad de ayudar a su comunidad al tiempo que se convertía en una crítica abierta y muchas veces feroz contra el sangriento apartheid del gobierno de minoría blanca del que hasta ese momento había evitado hablar.

Entre sus varios casamientos, Miriam Makeba contrajo matrimonio con un integrante el combativo grupo Panteras Negras. Le cancelaron el pasaporte estadounidense.Entre sus varios casamientos, Miriam Makeba contrajo matrimonio con un integrante el combativo grupo Panteras Negras. Le cancelaron el pasaporte estadounidense.

Vivió una temporada intensa, entre la grabación de su primer álbum, Miriam Makeba (1962) y su presentación en el Madison Square Garden, el 29 de mayo de 1962, en el cumpleaños de John Fitzgerald Kennedy, junto a Belafonte. Kennedy quiso conocerla personalmente.

La revista Time decía: “La cantante más emocionante que apareció en muchos años” y Newsweek comparó su voz “con los tonos ahumados y el fraseo delicado de Ella Fitzgerald y la calidez íntima de Frank Sinatra”.

Su compromiso con la defensa de los derechos civiles fue en aumento, mientras tanto salía su segundo álbum The World Of Miriam Makeba, que llegó al puesto 86, en la Billboard. Se casó con el excelente trompetista sudafricano Hugh Masekela y frecuentó a músicos como Dizzy Gillespie, Louis Armstrong, Ray Charles y Nina Simone, con quien actuaría en el Carnegie Hall. Por estos años era una figura conocida en Harlem.

“Vivo en un ambiente de vitalidad política y cultural, en Nueva York”, dijo por aquella época la cantante y enseguida afirmaba “no encuentro mucha diferencia en los Estados Unidos, es un país que abolió la esclavitud, pero hay un apartheid a su manera”.

Visitó Guinea y se comprometió con la causa africana sin distinción de fronteras. Declaró en el Comité de las Naciones Unidas contra el Apartheid y pidió sanciones contra el gobierno sudafricano y un embargo armamentístico. “Esas armas van a estar apuntado a mujeres y niños negros, en Sudáfrica “, afirmó.

De vuelta en los Estados Unidos se involucró con Conciencia Negra y el Black Power, conoció a Stokey Carmichael, uno de los líderes de los Panteras Negras, con quien se casó en 1968.

Miriam Makeba murió sobre el escenario de Castel Volturno, en el sur de Italia, en un esporádico regreso a la actuación. Falleció alló mismo, luego de cantar Miriam Makeba murió sobre el escenario de Castel Volturno, en el sur de Italia, en un esporádico regreso a la actuación. Falleció alló mismo, luego de cantar «Pata Pata». Foto: Reuters

Apoyó la causa de Martin Luther King, y participó en un concierto y manifestación, en Atlanta, hasta que se enteró que la Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur, de King, invertía en empresas sudafricanas. “Ahora, mi amigo de larga data apoya la persecución a mi pueblo; debo encontrar un nuevo ídolo”, sostuvo desafiante.

La locura del «Pata Pata»

En 1966 sale el disco An Evening with Belafonte/Makeba, con el que ganan un Grammy a la mejor grabación folclórica, un disco que trataba exclusivamente sobre la difícil situación política de los sudafricanos bajo el deshumanizado apartheid. Makeba cantó en suajili, xhosa y sotho y logró transmitir una auténtica identidad africana. Se convirtió entonces en Mama África, tal como la llamaba su hija Bongi.

Inmediatamente sale Pata Pata y logra un éxito absoluto de ventas y de presencia en todos los mercados discográficos. El planeta bailó con esta canción que ya había grabado, en 1956, con las Skylarks. El tema tiene más de 40 versiones en diferentes épocas, la cantó Wilson Simonal (1967), The Supremes (1968), Tito Puente y su orquesta (1969), Sylvie Vartan (1980), Chayanne (1988) y Thalía (2000), entre otras.

Para Makeba, Pata Pata fue un tema insignificante por ese espíritu de entretenimiento que transmitía. Sin embargo, la revista Musician lo definió como una «joya del afropop». Sin duda, la artista sudafricana fue pionera en lo que tiempo después se definiría como World Music.

Los Estados Unidos le niega la visa por su relación con el pantera negra Carmichael y se muda a Guinea, donde canta en contra del racismo que existe en los Estados Unidos, temas como Lumumba o Malcolm X van directo al corazón de ese espíritu supremacista.

Alicia Keys, de blanco, abrazo a Miriam Makeba, durante un concierto en Sudáfrica a beneficio de los enfermos de sida. Foto: AP Alicia Keys, de blanco, abrazo a Miriam Makeba, durante un concierto en Sudáfrica a beneficio de los enfermos de sida. Foto: AP

Se volvió una presencia permanente en conciertos y giras en la África independentista de los años ’80 y ’90; se suma a Paul Simon, en su gira «Graceland» por ese continente y lanza su biografía Makeba: My History, del periodista James Hall. El 11 de junio de 1988 participa en el festival Free Mandela, en Wembley por el septuagésimo cumpleaños del líder sudafricano, para una audiencia televisiva de 500 millones de personas y que la cadena Fox, de los Estados Unidos, censuró.

Mandela fue liberado en febrero de 1990 y ese mes, Makeba consiguió una visa por seis días para regresar a su país. Un año después grabará un disco con Simone, Gillespie y Masekela, Eyes On Tomorrow.

Con la llegada de Mandela al gobierno sudafricano, en 1994, Makeba trabajó incansablemente junto a la primera dama Graca Machel Mandela por los niños con VIH, mutilados, desplazados y en condición de soldados. En 2005 se retiró de los escenarios y el 9 de noviembre de 2008, en Castel Volturno, en la provincia de Caserta, en Italia, en un festival en apoyo del escritor Roberto Sarviano, contra las amenazas de la mafia napolitana, la Camorra, al terminar de cantar Pata Pata falleció en el escenario de un ataque cardiaco. Tenía 76 años.

«No me malentiendan, yo no canto cuestiones políticas, yo canto la verdad», es su definición sobre los cincuenta años de carrera en los que luchó desde la música por los derechos de la comunidad negra en todo el mundo.

Redacción

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