Asunción, 17 feb (EFE).- Los misioneros oblatos de María Inmaculada se preparan para celebrar sus 100 años de su presencia ininterrumpida en Paraguay y también el centenario del nacimiento de Pa’í Pukú, un misionero belga que llevó una tarea evangelizadora en el Chaco paraguayo (oeste).
Así lo dio a conocer este lunes en una conferencia de prensa el vicario de la provincia oblata Cruz del Sur Óscar Vera, quien destacó que en 2025 también se conmemoran los 75 años de la labor evangelizadora del Vicariato Apostólico del Pilcomayo en el Chaco de Paraguay.
«Por eso hoy estamos aquí para anunciar y compartir con toda la Iglesia paraguaya, en este tiempo y este Año Jubilar, el camino hecho junto con el pueblo de dios durante los 100 años de presencia», expresó Vera.
Por su parte, el ecónomo para Paraguay de la provincia oblata Cruz del Sur, que también unifica a las delegaciones de Argentina, Chile y Uruguay, el padre Zenón Berikani, dijo que «es un orgullo y alegría» presentar al mundo el trabajo realizado por la comunidad religiosa oblata.
Berikani recordó que cinco misioneros alemanes oblatos iniciaron el 23 de diciembre de 1925 una misión en la zona boliviana del río Pilcomayo, que finalmente se convirtió en 1934 en una provincia religiosa paraguaya, luego de la Guerra del Chaco (1932-1935) que enfrentó a los ejércitos de Paraguay y Bolivia.
La centenaria labor oblata en el país se celebrará, entre otras actividades, con misas en Asunción, presididas por el cardenal de Paraguay, monseñor Adalberto Martínez.
Este año también se recordará el nacimiento el 6 de diciembre de 1925 del misionero Piet Jacobus Shaw, conocido como Pa’í Pukú (‘Padre alto’ en idioma guaraní), quien llegó a Paraguay en 1952 y trabajó como «misionero itinerante» en el bajo Chaco paraguayo hasta1965, refirió a su tiempo el obispo emérito de Ciudad del Este, Guillermo Steckling.
«Pa’í Pukú dejó una huella imborrable en el corazón de los chaqueños y varios lugares llevan su nombre», resaltó Steckling, quien agregó que la arquidiócesis de Asunción está promoviendo su beatificación.
El misionero belga falleció en 1984 en un accidente de tránsito en el departamento de Presidente Hayes (oeste). EFE