En el marco del Día Mundial del Tigre, que se celebra cada 29 de julio, Fundación Vida Silvestre Argentina destaca la importancia de esta fecha para visibilizar al yaguareté, nuestro “tigre criollo”, una especie en peligro crítico de extinción en la Argentina. Según una reciente encuesta de opinión pública*, Misiones se posiciona como la provincia con mayor conocimiento y valoración sobre este felino y su rol fundamental en la naturaleza.
Una investigación realizada por Ágora Consultores para Fundación Vida Silvestre Argentina, indica que más del 50% de los misioneros considera al yaguareté como el animal silvestre más emblemático de la fauna argentina, muy por encima del promedio nacional (31%). Además, es la provincia que mejor identifica al yaguareté como el felino más grande del país, por delante del puma y el ocelote.
“Estos datos no solo reflejan el orgullo que genera esta especie en Misiones, sino también la conciencia ambiental y el compromiso de la población para conservarla. El yaguareté no es solo un símbolo de nuestra fauna, es un indicador clave de la salud de los ecosistemas que compartimos”, expresó Lucía Lazzari, coordinadora del programa Bosques de la Fundación Vida Silvestre Argentina.
Un símbolo natural amenazado
El yaguareté está catalogado como especie en peligro crítico de extinción en la Argentina. Hoy se estima que quedan alrededor de 250 individuos en todo el país, de los cuales cerca de 84 habitan en la Selva Misionera, una región muy importante para su supervivencia. La cifra representa una leve disminución respecto a años anteriores, tras un período sostenido de crecimiento y estabilidad poblacional.
“El yaguareté es un excelente indicador del estado del ambiente. Los resultados del último monitoreo, si bien no son significativos estadísticamente, estiman una leve disminución poblacionalque refleja una presión constante sobre nuestros ecosistemas. Es urgente reforzar la protección de las áreas naturales de Misiones, para controlar la caza furtiva, y y prevenir y abordar de manera integral los conflictos con animales domésticos”, añadió Lazzari.
El estudio fue liderado por científicos del Instituto de Biología Subtropical (UNAM – CONICET) nucleados en el Proyecto Yaguareté (CeIBA – CONICET) en Argentina y el Proyecto Onças do Iguaçu (ICMBio – Brasil), con apoyo de numerosas instituciones. La estimación poblacional fue desarrollada en el mayor remanente de Bosque Atlántico del Alto Paraná: la Selva Misionera, el Parque Nacional do Iguaçu y el Parque Estadual do Turvo en Brasil. Esta iniciativa binacional se repite cada dos años desde hace más de dos décadas, con el apoyo de Fundación Vida Silvestre Argentina, WWF-Brasil y otras organizaciones.
Las amenazas que enfrenta
Consultadas sobre las amenazas principales que enfrenta el yaguareté en Misiones, las personas destacaron el atropellamiento de fauna, seguido por la caza ilegal y la deforestación. El dato no es menor: más de 5.000 animales mueren cada año en rutas que atraviesan áreas protegidas en la provincia, lo que afecta al yaguareté y a sus presas. En los últimos 12 años se registraron al menos 5 atropellamientos de yaguaretés en Misiones.
Conservar al yaguareté es conservar el ecosistema
Cerca del 90% de los misioneros considera que el yaguareté es muy importante para el ecosistema y que su conservación también protege a otras especies. Para 9 de cada 10 personas, su extinción sería un acontecimiento muy grave.
El yaguareté cumple un rol ecológico fundamental: regula las poblaciones de presas, mantiene el equilibrio en los ecosistemas y su presencia es signo de un ambiente sano. Conservarlo implica asegurar servicios ecosistémicos como agua limpia, polinización, almacenamiento de carbono y mitigación del cambio climático.
Desde hace más de dos décadas, Fundación Vida Silvestre trabaja por la conservación del yaguareté en Misiones y otras regiones donde aún sobrevive la especie. Esto incluye el monitoreo poblacional, la protección del hábitat, la articulación con comunidades locales, y la promoción de leyes que protejan los bosques y la fauna silvestre, entre otras acciones.
“En Misiones, trabajamos junto a comunidades, autoridades y otras organizaciones para reducir las amenazas que enfrenta la especie: mejorando en la efectividad de la gestión de las áreas protegidas, restaurando el paisaje para recuperar la conectividad y promoviendo la coexistencia entre las personas y los grandes felinos. Gracias a este esfuerzo colectivo, logramos avances significativos en las últimas décadas. Pero necesitamos redoblar ese compromiso”, concluyó Lucía Lazzari.