La Organización Mundial de la Salud define a la obesidad como una compleja enfermedad crónica que se define por una acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
La obesidad no es solo un problema estético, sino que es una enfermedad que aumenta el riesgo de muchos problemas de salud. Estos pueden incluir enfermedades cardíacas, diabetes, presión arterial alta, colesterol alto, enfermedad hepática y determinados tipos de cáncer.

Actualmente, se hicieron varios estudios determinando cuándo se considera que una persona tiene sobrepeso y el tipo de vida que tendría que llevar para que no se presenten enfermedades relacionadas a esta condición.
Todo lo que hay que saber sobre la obesidad
La obesidad es una enfermedad compleja que consiste en tener demasiada grasa corporal, según Mayo Clinic. Esta enfermedad se la puede atribuir a diferentes factores, ya sean hereditarios, fisiológicos y ambientales, combinados con la alimentación, la actividad física y las opciones de ejercicio.
El diagnóstico del sobrepeso y la obesidad se efectúa midiendo el peso y la estatura de las personas y calculando el índice de masa corporal o IMC: peso (kg)/estatura2 (m2). Este índice es un marcador indirecto de la grasa, y existen mediciones adicionales, como el perímetro de la cintura. En general, una circunferencia de cintura mayor a 89 cm para las mujeres o mayor a 101 cm para los hombres aumenta el riesgo de enfermedades relacionadas con la obesidad.

Según la profesora y doctora endocrinóloga Sun Kim, de la Universidad de Stanford, el IMC no es una medida directa ni precisa, ya que no puede diferenciar entre grasa y masa muscular, por lo que puede sobre-diagnosticar o infra-diagnosticar erróneamente a las personas con obesidad. Además, estos análisis no toman en cuenta los niveles de actividad o condición física.
En el caso de los adultos, la OMS define el sobrepeso y la obesidad así:
- Sobrepeso: IMC igual o superior a 25.
- Obesidad: IMC igual o superior a 30.
Un reciente informe publicado en la revista médica británica The Lancet buscó diferenciar la obesidad de la obesidad clínica, utilizando además del IMC, el aumento de la circunferencia de la cintura. Para que se considere obesidad clínica, la persona también debe padecer una de las 18 «enfermedades relacionadas con la obesidad», como una enfermedad cardiovascular o una enfermedad metabólica como la diabetes tipo 2.
¿Es posible tener obesidad y aún así estar sano?
Según un informe de la Comisión Lancet sobre la obesidad clínica, es posible tener obesidad sin otros problemas de salud, ya que un diagnóstico de obesidad suele indicar la probabilidad de que surjan problemas de salud en algún momento, a menos que se tomen medidas para controlarla.

La gente metabólicamente sana pero considerada solo con sobrepeso tenía un riesgo un 30% mayor de presentar enfermedades coronarias comparada con la gente con peso normal y metabolismo saludable. La conclusión es que la obesidad metabólicamente saludable no existe, según Rishi Caleyachetty, de la Escuela de Ciencias Médicas y Dentales de la Universidad de Birmingham. El experto publicó el artículo “La obesidad no es una condición benigna” en la Journal of the American College of Cardiology.
Por otro lado, en algunas ocasiones, el diagnostico de obesidad no coincide con el hecho de estar saludable o no. Por ejemplo, un grupo de personas musculosas podrían tener un IMC en el rango de sobrepeso, pero que en realidad tienen cantidades normales de grasa con alta masa muscular.