En el marco de actividades de voluntariado en barrios vulnerables, un grupo de amigos advirtió sobre los diversos desafíos que atraviesan familias que viven en situaciones de precariedad. Entre ellos, observaron que el baño, un cuarto más que necesario en toda vivienda, era el espacio que más problemáticas tenía. Es así como nació la ONG “Módulo Sanitario”.
Desde 2015, sus impulsores diseñaron un prototipo que prioriza este espacio esencial y las familias puedan desarrollar hábitos de higiene. “Es un modelo de baño que se adapta a la realidad de las viviendas más vulnerables, precarias o con malas características constructivas”, explicó Tomás Sicouly, ingeniero y cofundador de Módulo Sanitario.
En comunicación con Radio Universidad, indicó que, en la provincia de Buenos Aires, hay 2.500.000 personas que no tienen baño, y específicamente en los 24 partidos que conforman el conurbano bonaerense, 1.800.000. “Muchas veces vemos que en los baños de estas familias el baño es un inodoro en un espacio improvisado con chapas, lonas y maderas. Por lo general, no hay un espacio para lavarse las manos o los dientes, no hay bacha y menos aun un lugar cómodo para la ducha”, señaló.
Frente a estas realidades, desde Módulo Sanitario diseñaron un prototipo cargado con todos los artefactos necesarios para el desarrollo de los hábitos de higiene. “Diseñamos un modelo de baño sencillo, económico y fácil de construir. Así es como empezamos a ver de qué manera podíamos conocer a más familias que no tuvieran baño para proponerles trabajar juntos y conseguir los fondos”, agregó.


El proceso de trabajo de Módulo Sanitario
En los últimos diez años de trabajo, la ONG lleva 2.000 baños construidos, alrededor de 300 por año. “Es un desafío muy grande porque implica el regalo de muchas personas que lo hacen posible, desde voluntarios que caminan los barrios, empresas que acompañan nuestra iniciativa o incluso las propias familias que hacen un aporte económico”, destacó Sicouly.
Diversas empresas colaboran con la donación de los materiales de construcción para que Módulo Sanitario pueda seguir desempeñándose de manera independiente y disminuir los costos del baño: “Si esto no fuera así, nosotros deberíamos cobrar alrededor de dos millones y medio de pesos por cada modelo que instalamos. Pero, también, estamos constantemente presentándonos a concursos internacionales para obtener fondos”.
A la hora de iniciar el proceso de trabajo, el primer paso es encontrar a las familias y proponerles un trabajo en conjunto de cinco meses. “La construcción la hacemos en dos días porque ya tenemos todo pre armado, pero en esos meses de trabajo previo les pedimos a las familias tener resuelto el tema del saneamiento como requerimiento”, indicó.
Por lo general, en los barrios donde se desempeña la ONG no cuentan con cloacas; y como resultado les piden a las familias la construcción de un pozo ciego. “En ese ínterin, tienen unos dos meses y medio para poder hacer un aporte económico que hoy es del seis por ciento del valor del baño. Entonces, cuando llegamos nosotros a construir la salida del baño, está garantizada”, aclaró.


«Estos vínculos y encuentros nos salvan de la resignación»
Ya que el sistema de trabajo consiste en armar equipos de trabajo en los barrios, los integrantes de la ONG afianzan vínculos con las familias en los territorios. “Es muy lindo porque, a su vez, se genera una especie de pertenencia y un cariño por las personas que uno empieza a conocer. En los últimos diez años hemos creado una organización que desde la complejidad trata de cargar la vida de todas las personas que hacemos Módulo Sanitario. Estos vínculos y encuentros nos salvan de la resignación y nos ayudan a trabajar sobre los temas que nos convocan”, cerró.
Fotos: Módulo Sanitario.